Cáncer de colon: objetivo, la detección temprana

El cáncer colorrectal es la segunda causa más común de muerte por cáncer en el mundo occidental, principalmente debido a que generalmente se diagnostica demasiado tarde.

Lunes, 23, Mayo, 2016

El cáncer es una de las principales causas de morbilidad y mortalidad en todo el mundo; en 2012 hubo unos 14 millones de nuevos casos y 8,2 millones de muertes relacionadas con el cáncer. La detección temprana supone en muchos casos la curación de la enfermedad y es especialmente importantes cuando no hay métodos de cribado eficaces o, como ocurre en muchos entornos con escasos recursos, o no se aplican intervenciones de cribado y tratamiento.

 

Es el caso del cáncer colorrectal, la segunda causa más común de muerte por cáncer en el mundo occidental, principalmente debido a que generalmente se diagnostica demasiado tarde, por lo que es crucial encontrar cómo identificar a aquellas personas en mayor riesgo de desarrollar cáncer de colon.

 

La investigadora Marjaana Pussila, estudiante de doctorado en la Universidad de Helsinki, Finlandia, y su equipo realizaron experimentos en ratones modificados genéticamente para revelar el papel desempeñado por una dieta de estilo occidental, rica en grasas y baja en fibra, vitamina D y ácido fólico, en el desarrollo del cáncer colorrectal

 

Se cree que las interacciones entre factores genéticos y ambientales, incluyendo la dieta, desempeñan un papel crucial en su desarrollo, pero todavía no se han determinado los primeros cambios en la mucosa colónica normal que podrían conducir a la detección temprana y la prevención del desarrollo del cáncer.

 

Utilizando un modelo de ratón del síndrome de Lynch, la forma más común de cáncer de colon hereditario, los investigadores realizaron un experimento de dieta a largo plazo. El ratón con síndrome de Lynch lleva una mutación en MIh1, un gen de reparación genética que es uno de los principales genes susceptibles en la enfermedad.

 

Cada vez que una célula se divide el ADN tiene que replicarse a sí misma, un proceso durante el cual se pueden producir errores, llevando a la inestabilidad genómica y potencialmente al cáncer.

 

Los portadores del síndrome de Lynch han heredado un gen sano y un gen de reparación de genes mutado, por lo que tienen alrededor de un 80 por ciento el riesgo de desarrollar cáncer. "Queríamos ser capaces de detectar eventos en la mucosa del colon que predisponen al cáncer antes de que se desarrollen los tumores", subraya Pussila, que expondrá la investigación en la Conferencia Anual de la Sociedad Europea de Genética Humana, que se celebra en Barcelona.

 

"Por esta razón, hemos decidido utilizar un modelo de ratón que ya se sabe que tiene susceptibilidad al cáncer de colon. Pensamos que en los portadores de mutaciones que requieren sólo un segundo golpe del gen con susceptibilidad heredada para su transformación maligna, puede ser posible detectar los cambios antes, quizás incluso previamente al segundo choque, y distinguirlos de las alteraciones que ocurren más tarde en el desarrollo del cáncer", detalla.

 

LA DIETA OCCIDENTAL, GRAVE FACTOR DE RIESGO

  

"Curiosamente, nuestros resultados mostraron que los perfiles de expresión génica de mucosa normal en los ratones que desarrollaron cáncer de colon eran muy diferentes de los ratones que no lo tuvieron. Esto parece indicar que hay un efecto en todo el colon de eventos que predisponen al cáncer. Y la dieta de estilo occidental parecía ser un factor de riesgo grave, ya que se detectó un 80 por ciento de los cánceres en los ratones alimentados con la dieta occidental", dice Pussila.

 

Sorprendentemente, no se detectaron características típicas del síndrome de Lynch, como la falta de proteínas MIh1 o inestabilidad de microsatélites -una especie de hiper-mutabilidad genética-- -, aunque la expresión de genes MIh1 estaba ya gravemente reducida en la mucosa. Esto sugiere que una disminución en la expresión de genes MIh1 puede ser suficiente para inducir el desarrollo de tumores, incluso cuando el mecanismo de reparación del mal emparejamiento del ADN que reconoce y corrige errores en la replicación del ADN todavía esté funcionando lo suficientemente bien como para evitar la inestabilidad de los microsatélites.

NUESTRA NEWSLETTER

SÍGUENOS