Jueves, 01, Noviembre, 2018
Cientos de salmantinos han cumplido con la tradición y han visitado este 1 de noviembre día de Todos los Santos a los cementerios de la ciudad. La temperatura agradable durante la mayor parte de la jornada ha propiciado que familias enteras se desplazen para honrar a sus difuntos, principalmente al camposanto de San Carlos Borromeo, el más grande de la capital salmantina.
No obstante, y pese a que fueron muchos los ciudadanos que se han acercado, algunos de los vendedores apostados a las entradas del cementerio han asegurado que otros años se notaba mayor afluencia de gente. Churos, porrras y las tradicionales roscas de anís, han sido algunos de los productos que se venden a las puertas de este lugar santo desde el pasado jueves y a los que los visitantes no pueden resistirse.
Roscas de anís a la venta en las puertas del cementerio (Fotos: T. Navarro)
Lo cuenta José Antonio Santos Hernández, del puesto de roscas de anís que lleva treinta años asentándose en el mismo lugar, él asegura que este dulce "sólo se vende durante estos días, después se acabó hasta otro año". La receta es sencilla, "es pan con anís, to tiene nada más, pero gustan mucho".

Asegura que es una de las fechas donde "se suben las ventas por tradición. No podemos ocultar que es una buena época. Se nota sobre todo porque la clientela es diferente a la habitual. Hay mucha gente de fuera, que viene a visitar a sus familiares y vienen al cementerio, entonces aprovechan y compran este dulce que es tradicional ".