En un año habremos ido a las urnas para elegir alcalde de Salamanca: estas son las opciones electorales de los partidos con representación en el pleno municipal.
De aquí a un año, los vecinos de Salamanca ya habrán votado para elegir entre los candidatos a alcalde del Ayuntamiento de la capital. Las elecciones municipales están previstas para el 28 de mayo y, quien más quien menos, ya está pensando en esta cita que va a condicionar el último año de legislatura. Lo que queda hasta acabar 2022 es tiempo para acelerar con los proyectos no realizados, elaborar un nuevo presupuesto y empezar a preparar candidaturas, pero ¿quiénes serán los candidatos de los principales partidos?
A día de hoy hay pocas cosas claras. Los partidos que a día de hoy ostentan representación en el pleno municipal tienen que llevar a cabo un proceso que no ha empezado todavía en ningún caso y que tendrá que resolverse antes, entre el próximo verano y, los más tardones, el mes de mayo de 2023. Con todo, hay ya alguna certeza y candidaturas que caen por su propio peso, pero también alguna incógnita importante. Así está la situación.
Ni se ha pronunciado, ni le gusta, pero ¿alguien tiene alguna duda de que Carlos García Carbayo será el candidato a la alcaldía en el PP? El actual alcalde es 'alérgico' a hablar de estos temas cuando considera que no es el momento, y ahora todavía no lo es para su criterio. En septiembre de 2021 lo dejó muy claro en una entrevista en TRIBUNA: "Si yo viera que alguno de mis concejales está pensando ahora mismo en elecciones y no en su trabajo pues dejaría de ser concejal del Ayuntamiento de Salamanca, por lo menos en lo que a delegaciones se refiere". Así que está centrado en terminar la legislatura, pero es la única baza posible en el PP, que aquí lo tiene fácil.
García Carbayo llegó a la alcaldía en diciembre de 2018 en sustitución del saliente Alfonso Fernández Mañueco, que no agotó su mandato para pelear por la presidencia de la Junta. El actual alcalde ganó las elecciones en 2019, pero con sólo un concejal más que el PSOE, y eligió gobernar con Cs, con cuyo grupo municipal ha hecho un equipo de gobierno compacto con un alto grado de entendimiento. Iría a por su segundo mandato y es bastante probable que tenga que tomar una gran decisión: gobernar con Vox o con Cs.
Él mismo lo acaba de decir: hay un proceso pendiente y no se pronunciará hasta que se resuelva. Pero ahora mismo Mateos es la baza más firme que tiene el PSOE en la capital para aspirar a la alcaldía. Los socialistas están inmersos en renovar el poder interno en las agrupaciones, trámite por el que ya pasó Mateos, que ha sido reelegido secretario general de la agrupación socialista de la capital. Otra cosa es que sea elegido candidato, que tiene su propio proceso que se iniciará en el verano. Goza de la confianza del secretario provincial, David Serrada, y lo tiene todo a favor para ser candidato si quiere pedir el apoyo de la militancia.
Mateos lleva más de una década como concejal y desde 2015 es portavoz y cabeza visible del PSOE en el Ayuntamiento de Salamanca. En 2019 se quedó a poco más de 1.800 votos de ganar las elecciones municipales y logró diez concejales. Sería su segunda candidatura a la alcaldía.
Lo dijo hace unos días en TRIBUNA: sí quiere ser candidata a la alcaldía por Cs. La actual teniente de alcalde encabeza la facción 'naranja' del gobierno municipal con el PP, el siguiente paso tras haber sido Cs apoyo de investidura en el último mandato de Mañueco. En condiciones normales, Suárez sería candidata indiscutible, pero todavía está por ver si hay que pasar por primarias: su partido las descartó la última vez, pero puede cambiar. El puesto está codiciado porque muchos cargos de Cs se quedaron 'a pie' tras romperse el gobierno regional. A Suárez no parece importarle mucho: ya logró sacar adelante su candidatura en la convulsa Primavera de 2019.
En su caso, Suárez repetiría planteamiento: sería la número '1' de una candidatura en la que llevaría, sí o sí, a los concejales Castaño y Sánchez y a un equipo ya formado en el grupo municipal. A su favor, cuatro años de ejercicio de gobierno y visibilidad. Su aspiración es alcanzar un resultado que les permita ser decisivos y que, llegado el caso, García Carbayo decida si quiere gobernar con ellos o con Vox.
Es la pieza que no encaja en el rompecabezas. Ahora mismo, se trata de la formación con más espectativas electorales. El partido de Santiago Abascal está instalado en un orden del 15-16% del voto en los últimos procesos electorales, nivel con el que podría obtener 3-4 concejales en el Ayuntamiento de Salamanca y ser decisivo para todo.
Sin embargo, a día de hoy no tiene candidato o candidata a las municipales en la capital. Ese ha sido su gran talón de Aquiles, la falta de un rostro con tirón. En las últimas elecciones a la alcaldía obtuvo 3.381 votos y un 4,54% de los votos, insuficiente para lograr concejal. Claro, que entonces no estaba en el momento electoral dulce que vive en el que, sin esforzarse mucho en las listas, ha subido de nivel: en las últimas autonómicas multiplicó casi por cuatro sus votos en la capital (11.538) y superó el 16% del total de sufragios. Si logra colocar en su cartel a alguien con tirón, puede dar una gran sorpresa.
Los dos partidos decidieron presentar una candidatura conjunta, pero la elaboraron por separado, y acabaron logrando dos concejalas, una para cada formación, Carmen Díez y Virginia Carrera, que acabaron por separado y se fueron al grupo mixto. Fue el final del proyecto de Ganemos, la agrupación de electores que dio la sorpresa en 2015 al lograr cuatro concejales que destacaron durante una de las legislaturas más provechosas y vibrantes de los últimos años.
Podemos e IU tienen que decidir si vuelven a concurrir juntos, si lo hacen con otras formaciones o con qué fórmula. Esto llevará un proceso que, de nuevo por separado para cada formación, será previsiblemente el último en terminar, quizás allá por finales del primer trimestre de 2023, ya con las elecciones en puertas.