Manu Gavilán voló en El Municipal de Guijuelo para darle la victoria al equipo de Jordi Fabregat, en un partido feo, trabado, sin juego en el centro del campo y que se había complicado mucho... hasta la salida del delantero.
En el 69, el 'killer' del Guijuelo saltó al campo para darle al equipo todo lo que no había tenido hasta ese momento: intensidad, velocidad y gol. Y lo hizo por partida doble después de anotar desde la frontal en el 79 y hacer lo propio en un rechace delante del portero, solo 4 minutos más tarde. Su doblete vale oro y deja al Guijuelo con 39 puntos en la tabla en la pelea por la Copa.
Jordi Fabregat saltó al campo con un once en el que introdujo varias novedades, con las sorpresas de Julio Albar y Abel Pascual, que se cayeron del once el primero y de la lista el segundo, con Manu Dimas en punta y Gavilán, que tan buen rendimiento está dando, tuvo que esperar su oportunidad en el banquillo, al igual que Juanra...
El Guijuelo volvió a la defensa de 4 hombres con Raúl, Ayala, Jonathan y Kevin, dejando atrás la línea de tres centrales y dos carrileros, con Borja y Luque por delante y Fuster como enganche con Manu Dimas, en un partido que el CD Guijuelo comenzó con dudas y eso lo aprovechó el Coruxo para generar problemas en la salida de la pelota y en la zona de atrás del equipo de Fabregat. Los gallegos parecían tener más intensidad en el verde.
Pero, con el paso de los minutos, el equipo comenzó a soltarse un poco más con balón y a llevar la iniciativa del partido, combinando con Carmona, Raúl, Fuster y Nacho, y el remate de este último se marchó por poco desviado. Ambos equipos se repartían la posesión del balón con posesiones que no hallaban el premio del gol. Hasta el momento, el centro del campo de los de Fabregat no existía y las imprecisiones en las entregas estaban a la orden del día.
El Guijuelo también apelaba a la rapidez de sus hombres en alguna contra, tal y como ocurrió con Manu Dimas y Nacho Pérez en dos ocasiones, pero sus intenciones no llegaron a buen puerto, con un equipo que abría mucho el campo ante un rival que le cerraba los espacios bien por dentro.

A partir del minuto 30, la lluvia y el viento hicieron acto de presencia, dificultando más el fútbol a un Guijuelo que jugaba a ráfagas, pero que carecía de las ideas necesarias para hacer daño al rival. Pero, algo había que cambiar en el descanso, porque el centro del campo de los de Fabregat hacía aguas y no solo por lo que caía del cielo. Y pudo ser peor si Higon acierta en una gran combinación de los gallegos casi al final de la primera mitad... a la que respondió Dimas con otra acción ofensiva que mandó al lateral de la red.
CON 'G' DE GOL Y GAVILÁN
En la reanudación, Fabregat reaccionó e hizo un doble cambio dando entrada a Diego Suárez y a Manzano por Dimas y Carmona, con el fin de intentar generar más profundidad por banda y mayor remate en área rival. En el 49, 'el santo' Kike Royo se vio obligado a intervenir para sacar un buen disparo cruzado de Mateo ante la pasividad de sus compañeros en ambos lados del campo.
Pasaban los minutos y no había muchas señales de mejoría en el CD Guijuelo, que iba a tener que recurrir a una acción aislada para poder llevarse los tres puntos y guardar bien la ropa para no tener ningún disgusto, algo que podía ocurrir. El balón se movía de un área a otra sin apenas pasar por el centro del campo, con un Borja muy errático en las entregas, y con una zona ofensiva que no enlazaba bien para llegar a buen puerto.

Kike Royo tuvo que ser atendido en el inicio del partido, pero no fue a más
En el 69, Fabregat quemó las naves y dio entrada a Gavilán para tener más mordiente arriba, por Luque, dejando a Fuster y a Borja en una medular que no existía en un partido raro y que se había complicado más de lo previsto. El que marcase, si es que alguno era capaz, se iba a llegar el partido, aunque 'olía a tablas'.
Gavilán le dio otra cosa al equipo arriba, velocidad, intensidad y remate, y tuvo que ser el encargad de resolver el problema. En el 79, aprovechó una buena asistencia en la frontal para enganchar un golpeo certero al fondo de la red y poner el 1-0 para matar el partido. Y si cabe, lo hizo una vez más ya que en el 83, aprovechó un rechace de Alberto a disparo de Manzano para hacer el 2-0 y levantar a una grada que estaba fría e inquieta.
Así, el delantero voló en El Municipal y con su sola presencia cambió el partido con un doblete que vale 3 puntos, para un total de 39... y seguir inmerso en la pelea por la Copa.
