Empate sin goles en un partido que fue de menos a más para el Club Deportivo Guijuelo. Tuvo ocasiones pero también Molina salvó el punto con el que arranca la Liga en el Municipal.
Empate sin goles, con luces y sombras para un Guijuelo que fue de menos a más ante un Celta B con mucha calidad y peligro que en la salida y el final puso el miedo en el cuerpo al equipo verde. El final del primer tiempo y buena parte de la segunda mitad el equipo de Jacobo Montes mostró lo que debe llegar a ser, aunque eso no le acabó de bastar y se tuvo que conformar con un punto.
Le costó mucho al Club Deportivo Guijuelo sentirse cómodo en el que era su primer partido de temporada ante un Celta B que entró más decidido al debut y que consolidó esas ganas merced a una primera ocasión con apenas un minuto de juego disputado. No es que fuera clarísima pero la facilidad con la que pisó el área tras una buena incorporación por la derecha con centro al segundo palo peligroso, pareció darle confianza ante un CD Guijuelo cuyo principal debe eran los problemas a la hora de salir con el balón jugado desde atrás.
De hecho los de Jacobo Montes apenas disfrutaban de control de balón, perdiendo muy rápido ante la presión del filial que cuando recuperaba buscaba rápido a sus hombres de arriba, muy rápidos y que creaban problemas a la zaga verde. En una de esas acciones de presión llegaba un susto importante tras una cesión que Molina no entendió en la salida viendo como el balón le superaba buscando la portería, aunque finalmente se marchó a córner. El portero tenía actuar cinco minutos después para despejar a córner una volea lejana de Mangana que se envenenó hasta volverse muy peligrosa.
Era evidente que el Celta B estaba mucho más cómodo sobre el verde, tocando atrás hasta encontrar algún buen envío en largo en busca de sus hombres de arriba mientras el Guijuelo buscaba, sin encontrar, una guía que le permitiera tener el balón con un mínimo de continuidad. A los 28 minutos pisaba área rival por primera vez en un saque de esquina que quedaba en nada.
Por la banda de Parra empezó a desperezarse un poco el equipo del Municipal y es que el lateral era el que más se atrevía a encarar y con esas acciones al menos se pisaba más campo del Celta B. Afrontaba su tramo final el primer tiempo con los mejores minutos de un CD Guijuelo que merodeaba el área con peligro aunque sin acabar de enganchar un buen disparo que pusiera prueba a Sequeira, que si sacó los puños arriba en lo que era un centro muy peligroso desde la izquierda.
Se venía el tiempo de descanso cuando más cómodo empezaba a sentirse el Guijuelo que en el 41 tuvo en su primer disparo a puerta la ocasión clarísima para ponerse por delante en el marcador. Abraham Pozo chutó desde dentro del área con todo a favor y se le marchó arriba al intentar colocarla. Dos minutos después, tras un saque de esquina, Carlos Rubén cabeceaba en el primer palo pero le faltó acabar de girar el cuello para atinar entre los tres palos. Llegaba el parón casi de forma inoportuna así que tocaba comprobar si el equipo se reafirmaba en esa línea del tramo final y corregía esa inestabilidad inicial.
Con dos cambios en la reanudación, Kamal -tocado desde el calentamiento tras torcerse un tobillo- y Aizmendi fuera y Cristóbal y Zamorano dentro, el CD Guijuelo comenzó el segundo tiempo en la línea más protagonista en la que acabó el primero y además los dos hombres de refresco le dieron más verticalidad partiendo desde la medular.
El argentino partiendo desde la izquierda hacia el interior creaba problemas y Cristóbal le daba más dinamismo el juego buscando una y otra banda o pases interiores que obligaban al Celta a retrasar más sus líneas y salir con menos alegría. Eso sí, la calidad de hombres de arriba como Íker Losada no permitía relajación porque de un buen control era capaz de hacer una ocasión.
Parra con un disparo lo intentó para que atajara Sequeira con trabajo en los balones por alto fruto de córners. El Guijuelo ponía a Pino sobre el terreno de juego para buscar el gol en los diez últimos minutos y el punta en la primera ocasión en que pisaba el área ponía en aprietos a la zaga y portero visitantes. Insistía el equipo verde, vigilante atrás para no dejar ir al menos ese punto que de hecho salvaba con un corte providencial José Martínez en el 86 en una rapidísima contra con Solis entrando por el centro del área. Cargó el disparo y el central se cruzó a tiempo y casi lo mismo en el área contraria en un final trepidante en el que Lolo Plá recibía en su internada y no atinaba a disparar entre los tres palos bien encimado por dos defensas que arriesgaban sin llegar a cometer penalti.
Y para que no decayera la emoción, en el 90 paradón de Molina enviando a córner un balón que buscaba la cruceta.
Ahí se cerró el encuentro que deja el primer punto en el Municipal donde quedó la sensación de que va a ser una Liga en que cada uno que se sume será oro.