El Salamanca no pudo pasar del empate frente al Bergantiños que jugó toda la segunda mitad con uno menos. Poco dominio del balón, pocas ocasiones de gol y apenas fútbol en el Helmántico.
Ya lo avisó en la rueda de prensa previa al partido Antonio Calderón, el Salamanca iba a tener poco la pelota y así fue. Calderón sacó de inicio un 4-3-3 más defensivo que se transformaba por momentos en un 4-2-3-1, formado por Kristian, Murua, Palomares y Espeso en la retaguardia, el centro del campo para Amaro, Diego Benito y Hugo Díaz, las bandas para Pepe Carmona y David Segura, y Jairo, en este caso, como hombre más adelantado. Por descontado, la portería para Javi Benítez.
Poco que aportar de la primera mitad. Se vio poco fútbol en el Helmántico y, en su mayoría, la pelota la dominó el Bergantiños. Los de Antonio Calderon cedieron el control del esférico, especialmente durante la primera media hora de partido al conjunto gallego que, sin embargo, no acababa de llegar con peligro a la portería de Javi Benítez. A partir de los primeros 30 minutos, parecía que el Salamanca comenzaba a ganar terreno, lo intentaba Amaro desde la banda derecha con un centro raso, rechazado por la defensa gallega y David Segura desde la banda contraria con la misma suerte. El primer disparo entre los tres palos llegó en el 31, Jairo directamente a las manos de Canedo.
En último cuarto de hora parece que el Salamanca comenzó a revivir. Tras un córner forzado por Palomares en un centro envenenado que tuvo que sacar el portero visitante bajo palos llegó la primera y más importante ocasión del encuentro. Amaro la puso desde la esquina derecha al primer palo para la llegada de cabeza de Murua, un perfecto disparo que, sin embargo, rechazó Canedo. El esférico quedó muerto dentro del área y tras varios rechaces despejó la defensa rojilla. Fueron los mejores minutos del conjunto blanquinegro, que terminaron con un disparo de Camona dentro del área tras regatear y quedarse solo frente al portero. Demasiado cruzado el esférico se marchó por línea de fondo.
La primera mitad finalizó con un cabezazo de Uxio, en una última intentona del conjunto gallego que, sin embargo, no pudo comenzar peor la segunda parte. Habían pasado tres minutos cuando el colegiado del comité asturiano expulsó a Carlos López. Además, Agullo recibió tarjeta amarilla por protestar. Inmediatamente, el técnico gallego, José Luis Lemos, introdujo un triple cambio para dejar a un único hombre de referencia arriba y juntar líneas, echándose un paso hacia atrás.
A pesar de ser superiores en número sobre el terreno de juego y dominar más el esférico que en la primera mitad, los de Calderón seguían sin crear peligro. Incluso se llegaron a oír pitos en el Helmántico. Algún centro, un disparo alto de Amaro y otro de Jairo, pero poco más. El Bergantiños por su parte, trató de perder todo el tiempo posible e incluso intentó sorprender a Javi Benítez a través de las botas de Escobar un pelín más adelantado de la media luna del centro del campo, marchándose el balón rozando el travesaño.
Se marcharon visiblemente enfadados ambos conjuntos con el árbitro, pero poco pudo interferir este en un partido en el que el fútbol brilló por ausencia. Empate en el Helmántico y siete de nueve de un Salamanca que no quiere tener la pelota. Sí, reaccionó, pero tarde.