Campo prácticamente lleno, incluida la grada visitante. Mayoría absoluta por la mañana ante la petición de la directiva y victoria sobre el terreno de juego. El día que se suponía como el más importante de la temporada y uno de los más relevantes de la historia del club, fue perfecto, soñado e ideal. 

Y cómo comenzó el encuentro. Cuando los más fiesteros estaban apurando la previa en los alrededores al estadio, llegó el gol de De Miguel. Era la primera jornada del partido, el balón llego a la banda derecha y después de un centro 'made in' Manu Sánchez, De Miguel recogió el balón dejado por Pablo Esñina. En el mano a mano dentro del área pequeña escorado en el lado izquierdo el delantero pichichi de Unionistas batió al guardameta visitante para adelantar a su equipo y dar el primer golpe sobre la mesa. Una situación que, de primeras, ahuyentaba los fantasmas del último encuentro ante el Racing de Ferrol y que daba al equipo local un empujón.  Un empujón mantenido en los primeros minutos en los que solo hubo un equipo. 

El CD Calahorra apenas tocaba la pelota, no superaba el centro del campo y el conjunto charro no cedía; concentración en segundas jugadas, rapidez en la recuperación de balón y presión adelantada, forzando a jugar balones en largo. Durante los primeros 20 minutos los visitantes no llegaron al área custodiada por Salva de la Cruz. Con paciencia, abriendo el esférico a las bandas y, sobre todo, centrándose en la banda derecha, ganando espaldas a un adelantado Manu, que aún así, llegaba forzado, forzando el primer córner a favor de los riojanos. Un minuto después, el segundo saque de esquina tras un disparo al primer palo que rechazó un seguro De la Cruz.  

Sí seguía intimiando Unionistas, rondaba el área de Miguel Martínez, pero no disparaba entre los tres palos. Algo que sí hizo Jon Madrazo. Bajo palos y con una mano milagrosa ejemplo de sus buenos y grandes reflejos, Salva de la Cruz obró el milagro para impedir el empate ante la paralización de la defensa de Unionistas. Y llegó el descanso con los deberes hechos y todo lo que debía pasar en el resto de campos. Unionistas era equipo de play off con los empates entre el CD Badajoz y la UD Logroñés, y el empate entre el Zamora y el Rayo Majadahonda. 

Y la segunda parte comenzó ogual que la primera. Gol de De Miguel y qué gol. Al contrario que en la primera parte, llegó desde la banda izquierda en botas de Íñigo Muñoz. El balón llegó sobre línea de fondo y en un perfecto pase atrás, el delantero que hacía doblete, la puso a la perfección ajustada al palo izquierdo del portero con una definición de calidad. Con tal ventaja, Unionistas y la grada respiraba y respiro necesitaban Mandi Sosa y Manu Sánchez, a los que rápidamente cambió por Nespral y Jorge Mier respectivamente. Este último, salió especialmente enérgico tomando el protagonismo con dos centros muy peligrosos. 

Posteriormente, Luis Ayllón cambió el dibujo con el cambió de Pablo Espina por Edu Cortina. Se quedó De Miguel arriba como única referencia en ataque, acompañado en un extremo por el recién incoporado Rayco y por Cris Montes en la banda derecha. Así, Cortina se posicionó por delante de Nespral y Luis Acosta y por detrás de De Miguel. Según salió, la lió, hablando coloquialmente. Cris Montes robó en el centro del campo, cabeceó Edu Cortina para la galopada por banda derecha de Jorge Mier, que se plantó solo delante del portero y el disparo después de ser rechazado por Martínez dio en el travaseño, el rechace llegó a De Miguel que lanzó y sacó un defensa sobre la línes de gol y el tercer rechace llegó hasta Edu Cortina, que se topó, demasiado forzado con el portero. Mientras tanto se divisaban rayos en el cielo y se escuchaban truenos de fondo. 

Acabó el partido con una tormenta sobre el Reina sofía, pero ni eso apaciguó el grito incansable de los aficionados charros. Victoria para y por el unionismo que acbaó con guinda: gol de De la Nava. Forzó él el córner, tras irse totalmente solo por banda derecha. El centro fue al primer palo, pero el balón que controló en primer lugar De Miguel llegó hasta el segundo palo, donde el capitán de Unionistas la pilló y remató para marcar el tercero de la noche y el primero en su cuenta personal.