La Alianza UPA-COAG, que tiene sede en Salamanca ha confirmado "los peores presagios" para una campaña de polen y miel que ha comenzado con mal pie desde el mes de febrero y principios del mes de marzo dando al traste definitivamente debido a la escasez de lluvia y las altas temperaturas contempladas durante el periodo de floración. "Ha sido un año atípico con el déficit de lluvias, que unido a las altas temperaturas ha hecho que la floración se haya adelantado y que las abejas no hayan tenido los recursos suficientes de néctar y polen".
Las lluvias experimentadas hace tres semanas en la provincia han servido de poco para unos apicultores que esperaban, según ha informado el representante del colectivo, Francisco Javier Fernández, "una segunda floración que aumentara unas cifras de producción que han batido récords en mínimos con respecto a los últimos años". Así, los datos confirman ya una pérdida de polen respecto a años anteriores del 60%, "algo que cada vez nos preocupa más, ya que en los tiempos que corren damos por años normales lo que son años nefastos".
Ante esta situación excepcional, desde el sindicato piden que desde el Ministerio de Agricultura y Ganadería deberían tener en cuenta al sector apícola y, "si se abren ayudas, líneas de créditos por sequía, la apicultura debería tener cabida en ellas". A ello se suma la problemática de que gran parte de los apicultores salmantinos no ha recibido todavía la ayuda de las agroambientales, algunas de 2015.
Con una situación similar en toda España y en todo el mundo, "porque el problema de la disminución de la cabaña de abejas es a escala internacional", esta cosecha supone un cambio de tendencia con respecto a los últimos años, que según ha recordado Fernández, "fueron húmedos y animaron una producción asequible para los apicultores porque había néctar de sobra y produjeron unas cosechas más importantes".
Ahora bien, desde COAG han señalado que "no sólo el tiempo atmosférico y el cambio climático ha afectado a la cosecha" sino también otros factores como los pesticidas o las plagas. Así, además de los ácaros varroa y nosema ceranae, que aunque no se han podido eliminar, sí se tienen más controlados, que "la llamada 'avíspa asiática' es una de las amenazas más temidas en la actualidad". Procedente de China, esta plaga ya se ha extendido prácticamente por toda la Península de norte a sur.