El incunable del siglo XV que guarda la USAL y compila las primeras reglas del ajedrez moderno

‘Arte de ajedrez con ciento y cincuenta juegos de partido’, de Lucena compila las reglas de ajedrez moderno tras la incorporación de la dama al juego.

Sábado, 14, Mayo, 2022

Rafa Monje

 

Alfiles, torres, caballos, peones, una reina y un rey batallando sobre un tablero dividido en 64 escaques. Las 32 piezas o trebejos (16 blancas y 16 negras) forman parte del imaginario colectivo y son la esencia de un juego culto y milenario – el ajedrez – que ha logrado sobrevivir al paso inexorable de los siglos y también a la arrolladora invasión de las nuevas tecnologías en las sociedades modernas. 

 

Los historiadores atestiguan que la mayoría de los indicios apuntan a que el ajedrez nació en la India y su origen hay que situarlo en un juego llamado ‘chaturganga’, que se desarrollaba en un tablero de 64 cuadrículas sin colorear denominado ‘ashtapada’, en el que se colocaban dos ejércitos, tratando cada uno de ellos de derrocar al rey adversario. Este juego fue asimilado posteriormente por los persas, al que introdujeron algunas modificaciones y denominaron ‘chatrang’, que se trataba de la misma palabra pero adaptada al idioma persa.

 

Pero además de la India y de Persia, la historia del ajedrez esta jalonada por otros protagonistas absolutamente fundamentales y uno de ellos es la ciudad de Salamanca, que ya está considerada por muchos estudiosos del milenario juego como la verdadera cuna del ajedrez moderno. Conviene recordar que la verdadera transformación del juego acaeció en el siglo XV, momento en el que se dotó de una mayor movilidad al alfil y se incorporó la dama en sustitución del firzan o alferza, pieza que tenía una escasa capacidad de movimiento. Gracias a esta revolucionaria transformación, el ajedrez se volvió más dinámico y se hizo, por tanto, más atractivo.

 

 

Así lo resalta en su libro ‘El camino del ajedrez’ Amador González de la Nava, obra publicada por Ediciones Universidad de Salamanca en el año 2018 con motivo de la conmemoración del VIII Centenario de la fundación del Estudio salmantino.

 

LA REINA DEL TABLERO

 

Amador González de la Nava, maestro de la Federación Internacional de Ajedrez desde 1999 y primer español en conseguir el título de entrenador de la Federación Internacional de Ajedrez, señala, en declaraciones a Ical, que, posiblemente, la incorporación de la dama al juego se hizo en honor a la Reina Isabel La Católica. Precisamente, las reglas del ajedrez moderno, ya con la dama dotada de una gran movilidad en la partida, las describió por primera vez un joven estudiante de la Universidad de Salamanca, Lucena, en un libro titulado ‘Arte de ajedrez con ciento y cincuenta juegos de partido’.

 

El volumen de Lucena, uno de cuyos ejemplares se conserva como un auténtico tesoro en la Biblioteca General Histórica de la Universidad de Salamanca, está dedicado al hijo de los Reyes Católicos y heredero al trono, el Infante Don Juan, y se imprimió en Salamanca en el año 1497. “Es un panegírico dedicado al Infante Don Juan y es un incunable de un gran valor histórico, siendo un exponente clarísimo del ajedrez moderno, al mostrar las nuevas reglas y la nueva normativa frente al ajedrez antiguo”, destaca Amador González de la Nava, que ha estudiado profundamente la obra de Lucena.

 

 

“Este libro es un auténtico tesoro y todo apunta a que es el primer manual del ajedrez moderno, por lo que no resulta exagerado afirmar que el ajedrez forma parte del patrimonio histórico de Salamanca y de su Universidad”, subraya Amador González de la Nava. El libro de Lucena atestigua, por lo tanto, que la capital salmantina y su Universidad conformaron el espacio en el que se compilaron las primeras reglas del ajedrez moderno.

 

Amador González de la Nava incide especialmente en el carácter de incunable de la obra de Lucena, que fue uno de los primeros libros producidos a finales del siglo XV con la entonces recién inventada imprenta, siendo publicado precisamente en los lugares que en aquel momento comenzaban a ser el principal centro del conocimiento: la ciudad de Salamanca y su esplendorosa Universidad. Además, Lucena era hijo del protonotario y embajador de los Reyes Católicos, Juan Ramírez de Lucena, y no conviene olvidar que Fernando El Católico era un gran aficionado al ajedrez, al igual que su hijo, el Infante Don Juan. 

 

 

La obra que se conserva en la Biblioteca General Histórica de la Universidad de Salamanca consta de cinco bloques temáticos, como son la presentación, la exposición de las reglas del juego, un compendio de consejos y recomendaciones, un estudio de las aperturas en la partida (reglas II a XII) y 150 juegos de partido. Este último bloque temático muestra 150 posiciones que comprenden tanto problemas del ajedrez antiguo como del moderno, indicando sobre cada diagrama si se trata de un problema con las reglas del ajedrez antiguo, que Lucena denomina como ‘del viejo’, o con las nuevas reglas, que Lucena denomina como ‘de la dama’.

 

DEL XV AL XXI

 

Además, la obra de Lucena vuelve a estar de especial actualidad, porque este año se conmemoran los 525 años de la publicación del libro. Precisamente, esta efeméride inspirará la celebración, entre los próximos 24 y 29 de octubre, del V Torneo Salamanca Cuna del Ajedrez, que incluirá un amplio abanico de actividades, como competiciones populares y conferencias que pondrán de relieve la estrecha vinculación y los lazos históricos y presentes entre el milenario deporte del tablero y la capital charra. Será, sin duda alguna, una demostración más de que Salamanca sigue siendo una referencia mundial del magistral deporte del jaque mate.

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