La construcción del denominado puerto seco, y en concreto de su terminal ferroviaria, ha acumulado grandes avances en los últimos años con una larga racha de trámites correctos, pero sufre ahora su primer contratiempo: no encuentra quien quiera ejecutar la obra. Presupuestada en 13 millones de euros, la licitación del contrato para su construcción ha resultado desierta porque ninguna empresa ha presentado oferta para hacerse cargo. Una situación que puede tener que ver con el alza de los costes de construcción.
El alcalde de Salamanca, Carlos García Carbayo, ha confirmado que las obras del que se considera proyecto más importante para el futuro de Salamanca han sufrido este tropiezo al no presentarse nadie al concurso/licitación para hacerse con el contrato. El problema sería de doble índole. Por una parte, de precios, ya que el constante alza de los costes ha retraído a muchas empresas y son muchas las obras públicas que se han tenido que parar en los últimos meses por falta de concesionarias o por reajustes en los precios.
García Carbayo ha explicado que el Ayuntamiento de Salamanca va a revitar el proyectos y los precios sobre los que se ha hecho la licitación con el objetivo de sacar un nuevo proyecto "ajustado a precio, si es que ese es el problema". Eso supondrá, previsiblemente, un aumento de los costes de una obra que sufragan entre la Junta y el Ayuntamiento de Salamanca, con una importante aportación municipal.
Porque hay una segunda dificultad relacionada con la de los precios, que es la de encontrar empresa adecuada. Por el tipo de obra, que incluye desarrollo de infraestructuras ferroviarias, no son muchas las empresas que están habilitadas para hacerlas, lo que complica también a la hora de encontrar quién se presente.
La obra fue licitada en mayo por parte de la sociedad municipal Zaldesa con un presupuesto base de 13.177.644,33 euros, de los que la Junta de Castilla y León aporta 9.190.018 euros, y un plazo de ejecución de 18 meses. El proyecto forma parte de la Plataforma Logística de Salamanca, que ya cuenta con tres zonas en funcionamiento: Centro de Transportes de Mercancías, Centro Aduanero y Polígono Agroalimentario, que agrupa el Mercado Mayorista de Mercasalamanca. A ellos se unirá pronto el polígono logístico asociado a la terminal ferroviaria. Conseguir una plataforma 100% operativa ha derivado en una carrera regional por ser la primera terminal ferroviaria de mercancías en la que Salamanca está bien posicionada por la electrificación de la línea, su salida a los puertos portugueses y su intermodalidad con la carretera.
