Los incendios de este verano arrasaron el sur de la provincia. Una vez extinguidos, hay que preguntarse qué hacer con las miles de hectáreas de árboles quemados. La respuesta es venderlos para intentar obtener lo que se pueda y echar una mano a los Ayuntamientos que perdieron una importante fuente de ingresos.
¿Cuánto vale esa madera? Según las estimaciones de la Junta, al menos 3,66 millones de euros. Ese es el precio total de salida de los 26 lotes de diversas variedades de pinos que se subastan estos días y que ocupan un volumen total de 207.833 metros cúbicos. El plazo para presentar ofertas concluye en la medianoche del 11 de septiembre. El día 15 se abrirán los sobres con las ofertas y se sabrá quiénes han adquirido la madera abrasada y por cuánto dinero.
Desde la Junta explican que cada lote tiene su propio valor de salida, de los 600 euros del más asequible a los 198.000 de los más caros, y que la suma total de los precios base asciende a los citados 3,66 millones de euros. Cada lote se sortea por separado, así que los postores pueden pujar por uno o varios. Según fuentes cercanas, las empresas que participaron en la visita a los montes, para comprobar el estado de la madera, se mostraron "bastante interesadas" en participar.
La mayoría de lotes están en montes de utilidad pública, pertenecientes bien a la Junta o bien a alguno de los Ayuntamientos cercanos (Serradilla del Arroyo, Villanueva del Conde, El Maíllo, Monsagro o Cepeda), pero gestionados igualmente por la Junta. Alguna zona afectada pertenece a particulares, pero son las menos. En el caso de los lotes a subasta, la mayoría del dinero que se obtenga por su venta se entregará a los Consistorios, pero una parte se reinvertirá en los cuidados forestales del monte.
Los terrenos se quemaron en julio y la madera se subasta en septiembre. ¿A qué responde esta celeridad? Según los documentos oficiales de la Junta "resulta urgente la corta del arbolado presente en la zona quemada antes de que se comience deteriorar la madera por la incidencia de las plagas y para poder proceder a la restauración ambiental de los terrenos afectados". La ejecución de este plan "resulta imprescindible para facilitar la recuperación ecológica y ambiental del entorno afecta, y la posibilidad de la proliferación de plagas si no se extrae la madera quemada a la mayor brevedad posible".
Por otra parte, a mayores de la venta de madera, la Junta ejecutará una serie de obras en las zonas quemadas. Dichos trabajos, entre los que se incluyen la construcción de diques o canales, por ejemplo, se realizarán antes de que comiencen las lluvias para "frenar la erosión" del suelo, mucho más expuesto a la acción del viento o de las precipitaciones ahora que no tiene vegetación que lo proteja.
