La Feria Taurina en honor a la Virgen de la Vega llegaba a la quinta de abono con uno de los carteles estrella. José Antonio Morante de la Puebla, Alejandro Talavante y Andrés Roca Rey se midieron en la tarde de este domingo, 18 de septiembre, con una corrida de Núñez del Cuvillo, que no fue desencajonada en el tradicional desenjaule.
Para el maestro de La Puebla era su segundo paseíllo tras el del pasado día 16 con los Galache. La plaza de toros 'La Glorieta' colgaba el cartel de 'no hay billetes', la taquilla online lo hacía hace días, sin duda esta es la cita más esperada de este ciclo taurino para los aficionados.
Los tendidos repletos de salmantinos y rostros conocidos, una tarde espléndida con temperaturas agradables para llegar a la quinta de abono. Pasadas las 18.00 horas comenzó el paseíllo por La Glorieta, destellos de toreo en la arena para ver comenzar el festejo.
El primero en saltar al ruedo fue 'Tortolito', de 512 kilos, castaño, bragado, meano, hondo, cornidelantero, bonito de hechuras y rabicorto. Fue abanto de salida y no pudo estirarse a la verónica Morante de la Puebla. Tras un puyazo, sainete en banderillas.
Trasteó el de la Puebla del Río bajándole la mano y probando para ver que el mejor pitón del toro era el izquierdo. Le bastó para ponerse y no gustarle la embestida e ir a por el estoque de matar, dejó media estocada y un descabello. Bronca monumental del público para el matador.
Morante, abroncado en el primero (Foto: Arai Santana)
Hizo de segundo 'Manzanilla', de 495 kilos, herrado con el número 65, castaño, bragado, meano, corniveleto, bizco del pitón izquierdo. Lo paró Talavante. Variado de verónicas y gaoneras en los medios arrancando los primeros oles de la tarde en La Glorieta. Tras un puyazo se echó el capote a la espalda para recetarle cuatro gaoneras con los pies atornillados al suelo.
Brindó al público el diestro para recibirlo casi en los medios por estatuarios y cambiados por la espalda, rematando con el pase del desprecio. Con la muleta en la mano izquierda demostró otra vez más que es una de las mejores zurdas de la historia del toreo y cuajó dos tandas al natural de auténtico escándalo.
Buen toro de Núñez del Cuvillo que era noble y repetidor, pero al que no le sobraban las fuerzas. El extremeño lo entendió y toreó de forma inteligente dando ventaja al toro y sacando todo el partido que tenía... remató por unas ajustadísimas manoletinas, cambiando el pitón, que terminaron de poner en pie al público. Estoconazo en la suerte contraria. Dos orejas.
Gran faena y dos orejas para Talavante (Foto: Arai Santana)
El tercero de nombre 'Gavilán', de 450 kilos, herrado con el número 36, colorado ojo de perdiz, rabicorto, bajo de manos, de finas hechuras y serio por delante al que cuajó a la verónica Andrés Roca Rey rematando con media casi en la boca de riego. Se arrancó al caballo con alegría, este mismo se botó derribando al picador y rompiendo las tablas, quedando totalmente tendido e inconsciente en el callejón.
Tras el desconcierto, se arreglaron las tablas y se levantó al caballo de picar. Sembró la calma el peruano recetando una tanda de rodillas como si nada hubiese pasado. Dejó patente que puede ser una de las figuras del momento pasándose al animal a escasos centímetros de las piernas, por ambos pitones. Un toro con movilidad y obediente que acusó el estar diez minutos parado por el incidente del caballo.
Optó el torero por la distancia corta para terminar la faena. Dominador de esta y todas las suertes, dotado de un valor y técnica inconmensurables, metido entre los pitones dejó que le tocara la taleguilla varias veces por circulares. Estocada entera, ligeramente caída de efecto fulminante. Oreja.
Andrés Roca Rey con su primero (Foto: Arai Santana)
El cuarto de la tarde, colorado ojo de perdiz, hondo, rabicorto, playero y bizco del pitón izquierdo. Lo esperó el de La Puebla en los terrenos del 7. No le agradó en el capote por sus gestos. Morante se dio cuenta que el toro no veía y fue devuelto a los corrales.
Morante indica que el toro tiene problemas de visión (Foto: Arai Santana)
El sobrero herrado con el número 155 negro listón, hondo, alto de agujas, meano y rabicorto y corniveleto. Remató con la cara abajo. Lo cuajó a la verónica y de qué manera. Quitó el enfado del público y formó un lío en un quite a la verónica.
Con añejos, ayudados por alto recordando al toreo antiguo comenzó el genio de La Puebla. Igual que mata un toro es capaz de poner la plaza en pie dejando una faena cargada de detalles variados y de torería, con cambios de mano, molinetes y naturales con oles interminables y un cambio de actitud de no querer... hasta jugársela por coger la muleta del suelo al ser desarmado. Final de arrebato de Morante que pone en pie La Glorieta. Estoconazo. Dos orejas y gritos de un público rendido a sus pies: 'Torero'.
La Glorieta se rindió de nuevo al toreo de Morante (Foto: Arai Santana)
El quinto y penúltimo de la tarde, de nombre 'Jarandero', de 521 kilos, herrado con el número 45. Castaño, meano, rabicorto, bizco del pitón izquierdo, fino de hechuras, al que paró en los terrenos del 6 Talavante a la verónica, rematando con una media.
Tras un puyazo y un buen tercio de banderillas el matador se fue a los medios para ponerle a la faena la casta que le faltaba al toro. Reiteró que su mano izquierda es privilegiada a la la hora de enganchar, llevar y soltar, para quedarse colocado al natural, algo muy difícil que en sus manos prodigiosas parece simple.
Oponente noble pero sin motor que no regalaba nada. Lo exprimió al natural sacando el partido que tenía. Labor que emborronó con los aceros. Ovación.
Talavante con su segundo (Foto: Arai Santana)
Cerró la tarde y la feria de toreros a pie 'Perdicero', de 518 kilos, herrado con el número 49. Castaño oscuro, serio alto de agujas, corniveleto, apretado al que Roca Rey le dio dos verónicas para echarse el capote a la espalda y recetarle seis gaoneras y una media en el centro del ruedo que pusieron la plaza en pie. Grandioso tercio de banderillas de la cuadrilla del peruano tanto en la lidia como con los palos.
Se fue a los medios, para rodillas en tierra pasárselo por la espalda y torearlo por la derecha donde las ganas no faltaron para triunfar. Torero estático, sin mover ni un ápice los pies, citando de largo y llevándolo toreado... construyó una faena de mucha verdad estética riesgo, ligazón y trazo largo. Qué seriedad y que versión de figurón del toreo variado, no dejó a nadie indiferente.
El de Núñez del Cuvillo siguió agarrado al piso, noble y sin mucho recorrido hizo que todo lo tuviera q poner el torero y de qué manera, qué arrimón... tiró la muleta quedando a merced del toro sin importarle nada más, dimensión de torero grande. Estoconazo y dos orejas.
Roca Rey no se deja nada en el tintero (Foto: Arai Santana)
Finalmente y, para poner el broche de oro a la Feria Taurina tendrá lugar el esperado espectáculo de rejones, el miércoles 21 de septiembre, para los rejoneadores Pablo Hermoso, Lea Vicens y Guillermo Hermoso con toros de Sánchez y Sánchez.