La implantación de la Zona de Bajas Emisiones (ZBE) de Salamanca da un nuevo paso con la adjudicación del contrato de instalación. El Ayuntamiento deshojó la margarita, comparó las ofertas recibidas y, conforme a los informes de los técnicos municipales y a la puntuación final otorgada a los concurrentes, eligió a la UTE (Unión Temporal de Empresas) Aceinsa-Eysa. El importe final del contrato asciende a 2,76 milllones de euros y la duración se prolongará durante cuatro años, incluida la instalación y mantenimiento de los equipos.
Una vez elegida la empresa que se encargará de implantar las medidas contempladas en la ZBE, comienza la cuenta atrás para la instalación efectiva de ésta. Deberá estar en marcha a lo largo del año que viene, según recoge la documentación municipal.
El proyecto de la ZBE persigue establecer una zona de tráfico restringido en el centro de Salamanca para contribuir a crear una ciudad "más saludable y sostenible", según recoge la documentación municipal. Para conseguirlo, el Ayuntamiento implantará "un sistema automático para el control de acceso de vehículos a zonas de tráfico restringido, basado en cámaras inteligentes de reconocimiento de matrículas, que permitirá la restricción del acceso a la circulación y /o estacionamiento de vehículos con la señalización correspondiente" y así obtener una "mejora en la seguridad vial, la fluidez del tráfico, la accesibilidad universal y los derechos de las personas con movilidad reducida", entre otras metas.
La ZBE contempla la peatonalización de numerosas calles en el centro de Salamanca (lo que de facto limitará el paso de vehículos) como la Cuesta de Oviedo, parte de la Vaguada de la Palma o los entornos de las plazas de San Juan y del Campillo, pero el 'arma' principal serán las nuevas cámaras de control de tráfico "capaces de detectar vehículos, reconocer las matrículas y gestionar listados de autorizados, generando automáticamente propuestas de sanciones de tráfico" para quienes se adentren con sus coches en zonas vetadas para ellos.
El nuevo mapa de Salamanca
¿En qué cambiará Salamanca cuando la ZBE esté implantada? 'Grosso modo', habrá una "zona interior" en la que sólo se permitirá "el acceso a vehículos autorizados como residentes, visitas, carga y descarga, transporte público, servicios municipales, etc. Además se permitirá el acceso de vehículos no autorizados que se dirijan a parkings públicos, cuyo acceso se cotejará con la información facilitada por los gestores de los parkings. El control de acceso a esta área peatonal se realizará mediante la instalación de 33 puntos de control. Estos puntos de control estarán formados por las 21 cámaras instaladas actualmente (algunas han de ser reubicadas), y la instalación de nuevas cámaras inteligentes de lectura de matrículas". La "zona interior" coincide básicamente con el centro histórico.
Distribución de las cámaras de acceso al área zona interior y al segundo anillo de la ZBE.
El "segundo anillo" rodeará a la zona interior. En esta área externa "se controlará el acceso a vehículos en función de su distintivo ambiental, además de las autorizaciones indicadas para el área peatonal". El control se "realizará mediante la instalación de otros 24 puntos de control, donde se ubicarán nuevas cámaras inteligentes de lectura de matrícula". El "segundo anillo" comprende el espacio delimitado por la avenida de Mirat, Canalejas, Rector Esperabe, Paseo de San Vicente y Carmelitas, además del Puente Romano y parte del Tormes.
Los vehículos que accedan a estos barrios sin contar con la autorización preceptiva podrán ser sancionados, ya que las cámaras estarán conectadas con la Oficina de Tramitación de Denuncias del Ayuntamiento. Las restricciones para acceder o no se basarán en el sistema de distintivos ambientales de la DGT, aunque como recoge el plan municipal, habrá 'listas blancas' de vehículos sin restricciones (emergencias, policía...) y excepciones para residentes, turistas o carga y descarga, entre otras salvedades. La ZBE implica también colocar sistemas para vigilar la calidad del aire, instalar una señalización vertical y horizontal propia y poner en circulación un coche eléctrico para acometer "controles adicionales" en ella.