La Plaza Mayor de Alba de Tormes ha acogido este fin de semana la Feria del Barro, en la que numeroso público ha querido conocer las artesanías de diferentes talleres de rincones castellanos y leoneses y extremeños. Una vez finalizado el certamen, desde el Ayuntamiento albense se ha querido realizar una valoración, que ha sido "muy positiva".
La alcaldesa de la localidad, Concepción Miguélez, ha asegurado que "ha supuesto una muestra al apoyo del sector del barro y ha sido una satisfacción ver la implicación que ha manifestado el numeroso público que ha visitado la Plaza Mayor durante el fin de semana".
En este sentido, ha destacado la participación en las demostraciones y talleres gratuitos y la buena acogida de la campaña de sensibilización al uso del barro, que se ha celebrado con el lema '+barro, -plástico' y en la que se ha regalado con cada compra un vaso de barro realizado por Tomás Pérez.
Asimismo, también ha recibido una valoración positiva la mesa-coloquio que versó sobre 'La mujer en la alfarería en el pasado, presente y futuro' y en la que participaron mujeres que habían estado vinculadas con el sector, tanto de Alba de Tormes como las expositoras artesanas de la feria. "Cada mujer explicó su relación con la alfarería, los recuerdos de haberse criado en un taller alfarero, o de haber dedicado su vida al mundo del barro a través tanto de la docencia como de la producción y pintado de piezas. Se trató de un coloquio muy enriquecedor en el que se pudo ver cómo la figura de la mujer varía en función de la costumbre de cada pueblo alfarero", apuntan los responsables municipales.
Por otra parte, durante el fin de semana todos los artesanos de la feria participaron en el concurso profesional a la Mejor Pieza de Alfarería y Mejor Pieza de Cerámica, y eligieron la pieza concursante que quedó expuesta alrededor de la fuente de la Plaza Mayor. El premio recayó en el ceramista albense Íñigo Dueñas Herrero, que ganó con su obra 'Es tiempo de seguir caminando', en la que hace alusión a la Santa Andariega y sus sandalias, junto a las que aparecen unas zapatillas que representan al actual caminante. El premio alfarero fue otorgado al taller Gerardo, Reyes y Miguel del Barrio de la Vega en Salamanca con un singular botijo. Cada uno de los ganaderos recibió un premio de 750 euros y las piezas quedan en propiedad del Ayuntamiento.