Lorenzo Santolino arranca este día 31 de diciembre su quinta participación en el Dakar, una prueba en la que se ha consolidado como uno de los pilotos punteros del mundo de los rallys y a la que este año llega con grandes aspiraciones. El salmantino ya ha pasado verificaciones y ha podido probar su moto sobre el terreno, con todo listo para dos semanas de competición en el desierto en una edición que se presenta como la más complicada de las que se han disputado en Arabia Saudí.
La carrera más dura del mundo se celebra un año más en Arabia a donde llegó después de muchos años disputándose en América. En Oriente ha encontrado nuevos paisajes y territorios legendarios que sumar a su historia y uno de ellos apunta a juez de la carrera. El Dakar consta este año de 14 etapas en línea y un prólogo y se prolongará hasta el día 15 de enero con un solo día de descanso. La primera semana será de pistas duras y un terreno más variado, con un alto kilometraje, pero la segunda tendrá un protagonismo 100% de la arena. La organización ha preparado un recorrido con pocos kilómetros sobre el papel, pero totalmente compuesto por las dunas del Empty Quarter, un territorio totalmente inhóspito, carente de todo rastro de vida. Allí se va a jugar buena parte del resultado final.
La carrera arranca con el prólogo de 13 kilómetros que marcará el orden de salida a la primera etapa en línea del día 1 de enero. Ambas se disputarán en torno al nuevo vivac de este año, el Sea Camp. Santolino ya ha podido inspeccionar la prólogo y probar su moto en el shakedown. Santolino parte entre los aspirantes a todo, que cada vez son más. Todas las grandes marcas están representadas y el número de pilotos que cuentan es muy amplio. El salmantino se ha ganado un sitio en esta élite. Este año ha hecho el Mundial completo, con un noveno puesto en la general final y el cuarto en Andalucía como mejor resultado. Su preparación la ha terminado en Marruecos donde ha pasado tres semanas entrenando la conducción en arena y ultimando la puesta a punto de la Sherco Rally 450.
La versión de este año de la máquina francesa es la que estrenaron hace un año para el Dakar, pero con un año completo de rodaje en competiciones. Se ha mejorado el cambio para ganar fiabilidad y adaptarlo a uno de los retos de esta edición, el paso de grandes dunas. Además, este año la organización ha impuesto un límite de 160 km/h que igualará un poco más las cosas.
La táctica de Santolino es clara. El salmantino pretende terminar bien posicionado la primera semana, más variada y adaptada a sus cualidades de antiguo piloto de enduro, y a partir de ahí ver la situación para las dunas de la segunda semana. Como siempre, su estrategia será mantener un buen ritmo de pilotaje y navegación, uno de sus fuertes, sin arriesgar más de lo necesario. No tiene en mente intentar las victorias parciales de etapa, aunque este año la organización ha decidido dar bonificaciones a los que ganen cada jornada, ya que generalmente al día siguiente pierden tiempo al tener que abrir pista.
En cuanto a objetivos, la referencia es el sexto puesto que hizo en 2021. El año pasado acabó undécimo tras estar todo el rally entre los mejores hasta que el desgaste mecánico le obligó a cambiar motor y entregar un tiempo precioso que le retrasó en la clasificación y le dejó sin opciones. El salmantino reconoce que un 'top ten' sería un buen resultado, pero que mira a un puesto entre los cinco mejores para completar un lustro dedicado al Dakar.