El autobús urbano de Salamanca recupera poco a poco el pulso tras dos años (2020 y 2021) demasiado condicionados por la situación sanitaria. Los datos constatan que en 2022 superamos los 10,5 millones de viajeros y que estamos a mitad de camino de volver a la situación prepandemia, según se desprende de las cifras que maneja el Consistorio. Por comparar, en 2019 llegamos a los 13,6 millones de usuarios, pero en 2020 no alcanzamos ni los 7 millones y en 2021 nos tuvimos que conformar con 8,5.
Los guarismos del año pasado marcan un punto de inflexión. Cabe preguntarse a qué se debe este incremento respecto a los dos últimos años. ¿Es por el fin de la pandemia o la rebaja del 30% en el precio de los abonos de transporte tiene algo que ver? El concejal de Tráfico y Transportes, Fernando Carabias, cree que la respuesta es una combinación de ambos factores. A su juicio, la reducción del 30% beneficia a los usuarios habituales, pero no atrae a tantos viajeros nuevos como cabría esperar.
El edil explica que antes de la rebaja de los bonobuses que comenzó a aplicarse en setiembre ya experimentábamos un repunte "lógico y natural" en el número de pasajeros comparados con 2020 y 2021 porque los efectos de la pandemia estaban muy atenuados y "había más confianza". Aún no se alcanzaban las cantidades de 2019, pero ya había una buena tendencia.
Poco peso específico
El 1 de septiembre es la fecha clave. Si el abaratamiento de los abonos tuvo un "peso específico" en el número de pasajeros, sus efectos sólo se pudieron sentir a partir de esa fecha.
Para el Ayuntamiento, los efectos "no fueron significativos". Han calculado qué porcentaje de todos los viajeros de 2022 usaron el transporte público durante los meses de rebajas y la respuesta es el 37,5%. Durante la misma etapa de 2019, sin pandemia ni descuentos, ese dato fue del 35,6%. La diferencia entre ambos ejercicios es de sólo 1,9 puntos porcentuales a favor de 2022.
Carabias admite que el abaratamiento de los abonos ha podido notarse, pero "no me atrevería" a afirmar que el influjo haya sido muy intenso. Insiste en hay que considerar las dos variables: el crecimiento natural que ya se notaba antes de que se aplicase la rebaja y, a mayores, la reducción del precio.
Hay que añadir que en 2023 los bonobuses serán aún más asequibles (un 50% respecto al precio original), por lo que conforme avancen los meses será posible confirmar o descatar la hipótesis del Ayuntamiento.
La última pregunta, para la que no hay respuesta, es por qué los salmantinos no aprovechan más los autobuses baratos. Podría ser porque es obligatorio usar mascarilla al cogerlos, porque se hayan habituado a caminar, porque teletrabajen, porque prefieran usar su coche particular... Eso es materia de estudio para los sociólogos.