Poco a poco, la nueva facultad de Ciencias Agrarias y Ambientales de la Universidad de Salamanca va tomando forma y los trabajos continúan a buen ritmo. Así, ya puede verse parte de la estructura del nuevo edificio y, tal y como han confirmado desde la institución académica, está previsto que esta estructura pueda estar lista en dos meses.
Así, se ha realizado una modificación del proyecto, que cuenta con un plazo de obra de 30 meses, y se espera que los trabajos concluyan en un año y medio.
Este proyecto permitirá a la USAL mejorar sus instalaciones y crear un campus medioambiental que permita ofrecer una formación y una investigación integral en la materia. La nueva facultad se ubicará en la zona de 'La Platina', junto a Huerta Otea, en parcelas cedidas por el Ayuntamiento de Salamanca con una superficie de más de 17.000 metros cuadrados. La inversión prevista para este proyecto ronda los 8,9 millones de euros.
La nueva Facultad de Ciencias Agrarias y Ambientales es un edificio constituido por una planta semisótano, baja, primera y segunda organizadas en torno a dos patios que garantizan la iluminación de los espacios interiores de circulación. El proyecto plantea zonas que reúnen las distintas aulas de capacidad variable y laboratorios, con los anejos propios del uso docente como pueden ser áreas administrativas, biblioteca, salón de actos y cafetería, según explicó en su momento el arquitecto y director de la Unidad Técnica de Infraestructuras de la Universidad de Salamanca, Eduardo Dorado.
En la planta baja se parte de la idea de proyectar una calle interior que recorre el edificio en dirección este-oeste y en la que se incrustan los dos patios que se abren hacia la fachada sur en este nivel y entre los cuales se sitúa el núcleo principal de comunicación vertical del edificio, la escalera principal que conecta todas las plantas. El vestíbulo, en doble altura, acogerá la conserjería con almacén y servicio de reprografía, administración, cafetería, almacén y terraza cubierta, salón de actos, 4 aulas, aula multiusos modulable y el salón de grados.
En la planta primera se mantiene la composición a lo largo del eje este-oeste, pero los patios en este nivel se delimitan perimetralmente y penetran en el edificio generando dos terrazas cubiertas con cerramientos de vidrio. En ella se localizarán la biblioteca; decanato, los laboratorios de microscopía, cartografía, edafología, producción animal y vegetal, aulas para docencia y aulas informáticas y salas de trabajo en grupo y para la delegación de alumnos.
Dos nuevas escaleras conectan con la planta segunda, dispuestas por el interior. La distribución del programa propicia que la planta se divida en una zona central destinada a laboratorios, biblioteca y decanato y dos laterales que alojan aulas y espacios de uso común.
Finalmente, la planta semisótano, también con disposición rectangular, pero con una superficie mucho menor que el resto de las plantas, contiene locales para almacenes e instalaciones que ventilan a un patio inglés.
El proyecto del edificio docente de la nueva facultad se complementa con campos de cultivo, un invernadero y una nave agrícola.
Esta nueva facultad formará parte del Campus Agroambiental de Salamanca, que aglutinará la nueva sede del Instituto de Recursos Naturales y Agrobiología (Irnasa) del CSIC, dependiente del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades, y el nuevo centro universitario, en parcelas cedidas por el Ayuntamiento de Salamanca. Además, en esta zona también habrá un centro para el sector primario de la Diputación.