El museo museo de arte sacro de la ciudad, en el Palacio Episcopal, ha bajado el Cielo de Salamanca y lo ha puesto a disposición de todos los visitantes: una de las salas más llamativas del edificio reproduce al completo la famosa bóveda astrológica de Fernando Gallego.
El conocido autor pintó durante el siglo XV la noche de Salamanca y sus constelaciones. Durante 300 años la obra completa decoró el techo de la biblioteca universitaria, pero dos terceras partes se perdieron en el siglo XVIII a consecuencia de un derrumbe. El fragmento que sobrevivió quedó oculto y, ya en el siglo XX, fue trasladado a una sala del patio de Escuelas Menores, donde puede verse actualmente.
Fragmento del mural original de Fernando Gallego, en el patio de Escuelas Menores. (Foto: Ical)
¿Cómo era aquel mural cuando estaba completo? La exposición permanente del Museo exhibe "una interpretación" de la pieza en base a los hallazgos de Miguel Sobrino, Azucena Hernández y Susana Calvo, del proyecto 'Al-Andalus, arte, ciencia y contextos en un Mediterráneo abierto. De Occidente a Egipto y Siria'.
La pieza, de menor tamaño que la original, ocupa el techo de una de las salas y muestra la disposición de las constelaciones tal y como pudo pintarlas Fernando Gallego, aunque con un nivel de detalle menor y con un dibujo más esquemático. ¿Estaban realmente colocadas así las estrellas? Bueno, 'si non è vero è ben trovato'.
Detalle de algunas constelaciones de la interpretación exhibida en el Palacio Episcopal. (Foto: A. Santana)
Ahora, viendo lo que pudo haber sido la obra original, sólo queda felicitarse porque un tercio haya llegado a 2023 o lamentarse por lo que se quedó por el camino.