El concepto de vejez ha ido evolucionando con el paso del tiempo, afectado por los cambios sociales así como por los avances en medicina o la mejora en la calidad de vida. ¿En qué momento nos encontramos? Emiliano Rodríguez, médico de Atención Primaria en el centro de salud salmantino Miguel Armijo asegura que la mayoría de las personas octogenarias "van a pasar su tiempo sanos y de forma saludable".
Y es que el proceso de envejecimiento tiene una importante carga simbólica en todas las culturas. Pero frente a la negativa imagen estereotipada del adulto mayor los hechos nos hablan de otra realidad: La ancianidad es una etapa más de la vida, no un punto final.
Envejecer de forma activa y saludable no debe ser el objetivo individual de nuestros mayores sino "una de las metas prioritarias del conjunto de la sociedad". La iniciativa personal de los adultos mayores ha de estar respaldada por una estrategia conjunta que permita su integración real en la vida y el desarrollo de una comunidad. "Algo más necesario que una pastilla".
-¿Cómo ha evolucionado la salud en la tercera edad?
-"Percibimos un gran envejecimiento de las personas que atendemos de forma habitual en las consultas. Por otro lado, hemos aceptado la diferencia que hay entre la atención que podemos prestar desde la Atención Primaria respecto a la percepción que se tiene de la atención sanitaria en general. La sociedad se refiere a la población mayor como personas envejecidas con comorbilidad y dependencia sin tener en cuenta la realidad, que es que hasta dos de cada tres mayores funcionan de forma habitual, una vez jubilados, como cuidadores, realizando actividades de ocio, de vida y de envejecimiento saludable".
-¿Es algo generalizado?
-"Hay personas que requieren una atención muy intensa y que requieren del apoyo de familiares, algo que puede suponer una sobrecarga, aunque no hay que olvidar que son una minoría. Del mismo modo, existe un pequeño porcentaje, que no llega al 2-3% de las personas que acaban requiriendo de una institucionalización, que acaban teniendo una dependencia de cuidados muy intensos. Quiero destacar que la mayoría de las personas octogenarias van a pasar su tiempo sanos y de forma saludable".
-¿Está centrada la atención a mayores en tratar enfermedades?
-"Ahora hay una crisis importante en la Medicina de Familia. Muchos compañeros se han formado para atender a esas personas muy enfermas, ponemos demasiado énfasis en solucionar esos problemas en lugar de implementar todo lo que se llama envejecimiento activo o saludable, especialmente, desde la atención rural. Hay muchas tareas que se pueden implementar desde los consultorios, como la atención comunitaria y la participación en actividades saludables. Es una de las raíces en medicina familiar y genera mayor bienestar, genera más salud que dar una pastilla más. Hay que buscar el equilibrio".
-¿Qué sería necesario para que nuestros mayores estuvieran mejor?
-"Es importante destacar la escasez de geriatras que tienen esta visión global de acercarse a los mayores con una oferta de atención más centrada en lo psicosocial y menos con el énfasis que puede poner un internista, traumatólogo... etcétera. Falta la orientación en el ámbito comunitario, que los profesionales sanitarios les respaldemos más en esas tareas menos centradas en el Hospital".
-Cada vez hay menos días de consultas en el medio rural, ¿Cómo ve esta problemática?
-"Es también un ejemplo más del énfasis de abrir consultorios, en contra de lo que significa para las personas mayores que haya un lugar donde relacionarse. Los propios alcaldes, que muchas veces reivindican los consultorios, no se preocupan de que esos mayores tengan el resto del día un ámbito social y emocional adecuado para disfrutar de la vida. La mayor parte de la gente que vive en el pueblo debería tener un lugar para hacer todo esto ya que, excepcionalmente, requieren cuidados sanitarios. Está demostrado que el sistema sanitario contribuye a un 10-15% de los factores que influyen en la salud y los factores de vida más del 70%. Cuando la salud en el pueblo se mide por las horas de consulta se está midiendo muy mal".
-¿Cuáles son las enfermedades más comunes que padecen?
-"Los mayores problemas en las personas mayores no son tanto el diagnóstico de enfermedades sino en el grado de dependencia que les genera. Se pueden padecer ciertos procesos con dolor, pero si tienen unos recursos adecuados, como una casa adaptada, si siguen siendo autónomos e independientes pueden hacer una vida normal. Sus principales quejas son la soledad y la dependencia".
-¿Han aumentado los problemas cognitivos a medida que hemos ido viviendo más años?
-"Se modifica y se deteriora progresivamente con la edad. Hay recursos y condiciones para que la dependencia de esto se aminore como pueden ser ayudas. Lo importante es no hacerles cambios, deben seguir una rutina. Hay trastornos que a medida que la población es más mayor es más probable que haya mayor frecuencia, aunque no es menos cierto que hace unos años tener demencia era algo excepcional, ahora unas simples quejas de memoria lo viven con preocupación de sufrir demencia. Por ahora, no afecta más que al 5-6% de la población".
-¿Qué hay de la soledad?
-"Sobre todo en las zonas rurales. A nivel de estadísticas globales, la población por encima de 65 años, en torno a un 20-25% viven solos, un factor de riesgo que puede agravarlo. La soledad no es lo mismo por decisión propia que porque han fallecido los familiares o se han quedado aislados en el pueblo. Sería más conveniente tener en las zonas rurales un lugar donde reunirse que el simple recurso de exigir una consulta médica dos o tres veces por semana".
-¿Qué mejoraría?
-"Hay que hacerles una oferta desde la Comunidad acercándonos a ellos como personas que han ejercido durante muchos años ciertas actividades y ahora se les ha reconocido el derecho a no ejercer la actividad laboral. Por ello, hay que ofrecerle el vivir social y comunitariamente bien, evitar la estigmatización de que son mayores y necesitan consumir más recursos sanitarios. Son muchos los que participan como canguros, pagan las hipotecas... Algunas empresas ven a estas personas como oportunidad de negocio ya que son clientes que pueden hacer consumo de ocio. Hay que fomentar su protagonismo facilitando su participación en actividades culturales, lúdicas y sociales más saludables para ellos ofertadas por las administraciones públicas".