Margarita Martín Bravo se consagró hace 25 años como la primera virgen seglar de Salamanca. Para conmemorarlo, el Convento Madre de Dios organiza esta tarde a las 18:00 una misa de acción de gracias.
La decisión de Margarita Martín "abrió las puertas a una nueva forma de vida consagrada en la Diócesis de Salamanca", apuntan desde el Servicio Diocesano de Comunicación.
El 'Ordo Virginum', una de las formas más antiguas de vida consagrada femenina en la Iglesia, "tiene sus raíces en los primeros tiempos del cristianismo. Esta forma de consagración, que permite a las mujeres entregarse a Cristo sin abandonar sus hogares, fue recuperada por el papa Pablo VI con un renovado rito promulgado el 31 de mayo de 1970. La Orden de las Vírgenes es una vocación desvinculada de una congregación religiosa, su misión es servir a la pastoral diocesana y sus miembros dependen del obispo del lugar, quien admite a la aspirante y celebra su consagración".
El 8 de diciembre de 1998, Margarita Martín fue consagrada virgen seglar por el entonces obispo de Salamanca, Braulio Rodríguez.
La ceremonia marcó el inicio del Orden de las Vírgenes en la diócesis. La vocación de Margarita se tejió a lo largo de su vida, desde su ingreso a los 18 años en el Monasterio de las Dominicas de Salamanca, que tuvo que abandonar para hacerse cargo del cuidado de sus padres, hasta su encuentro con el Ordo Virginum. Después de Margarita, otras mujeres, ya fallecidas, siguieron sus pasos. Más adelante Luisa Antonia Rodríguez y María Daniela Biló, esta última consagrada por el obispo José Luis Retana el 18 de diciembre de 202, siguieron su ejemplo.
Margarita trabaja en una editorial católica, labor que concilia con su compromiso pastoral.
