La demanda de placas fotovoltaicas sigue por las nubes. El Servicio Territorial de Industria, Comercio y Economía de Salamanca se encarga de gestionar las solicitudes de instituciones y particulares que desean instalarlas para autoabastecerse, ya sea en bloques de pisos, segundas residencias u oficinas y, a tener de los datos que maneja, el interés aumenta cada año.
La Junta tramitó en 2019 sólo 15 peticiones para colocar placas fotovoltaicas, mientras que en 2023 fueron 1.278. Las solicitudes se han disparado un 8.520% en apenas un lustro, en una escalada que crece prácticamente cada mes y a la que no se adivina un techo. Desde la Junta añaden que han notado un "fuerte incremento de las instalaciones para industrias" y también un repunte en los expedientes para dependencias municipales.
El año 2023 culmina por ahora, al menos hasta que termine 2024, una marcada tendencia alcista. No hay más que ver la evolución año tras año. En 2019 la Junta gestionó 15 solicitudes; en 2020 fueron 65; en 2021 alcanzaron las 223; y en 2022 se multiplicaron hasta las 641 peticiones. En 2023, finalmente se rebasó el millar largo de trámites y en enero de 2024 ya han gestionado 116 casos, 19 más que en el mismo mes del año pasado. El ritmo no para ni en invierno.
La potencia instalada, por supuesto, ha crecido en consonancia. Los 169 kw de 2019 son una gota en el océano de los 19.255 kw de 2023. En todos y cada uno de los meses del año pasado se instaló más potencia que en el 2019.
Cabe recordar que el autoconsumo permite emplear la energía solar para abastecerse y volcar el sobrante en la red eléctrica mayorista.
