Ricardo Rivero ha explicado los motivos que le han llevado a dimitir del cargo de rector de la Universidad de Salamanca.
Entre ellas ha citado la reciente renovación del claustro y la necesidad de actualizar los estatutos y de elaborar un nuevo plan estratégico para la Universidad. Ha confesado que llevaba "meses" sopesando la decisión. "No es muy común ni muy frecuente, pero creo que cada persona debe saber cuándo llega el momento de entregar el testigo" y una vez elegidos los órganos colegiados y agotado el plan estratégico "es el momento de la renovación". En esta línea, y dado que su mandato termina dentro de un año, considera que "quizá es el momento de dar la oportunidad a otras iniciativas y formas de ver la Universidad y que sea la comunidad universitaria la que decida su próximo futuro".
El nuevo claustro "tiene que decidir cómo y cuándo se reforma el estatuto" y la Universidad tiene que adaptarse a la nueva ley de universidades. "Creo que no tengo que liderar ese proceso, primero porque nuestro mandato se agotaría en plena elaboración de los estatutos y quien debe liderarlo es quien asuma la gestión" del centro académico; y segundo porque "tengo una opinión muy crítica sobre esa reforma y en cierto modo, la situación me hace no ser neutral sobre nuestra adaptación". En resumen, se han combinado "un conjunto de cosas" que desembocan en "un momento de cambio" en la Usal. "Hay que tomar decisiones trascendentales para 10-15 años" y quien las asuma debe contar con "todo el respaldo" de la comunidad universitaria y la "legitimidad" de unas elecciones.
La vicerrectora María José Rodríguez Conde asumirá el cargo tras la salida de Rivero, que se hace efectiva a primera hora de la tarde de hoy. "Estatutariamente debe convocar elecciones. Le pediré que cuanto antes. Puede hacerlo ya y sería lo lógico. El periodo de transición puede ser muy breve, de forma que antes de entrar en periodo de exámenes" la Universidad "ya tenga gobierno nuevo" y rectorado para "preparar el nuevo curso, la reforma de los estatutos...". Rivero recordó que "llegué con las vacaciones de Navidad para preparar un VIII Centenario y no se lo aconsejo a nadie. Los tiempos de transición con márgenes son adecuados, permiten diseñar estrategias y hacerlo acabando el curso académico y mirando al próximo curso".
El -aún- rector ha revelado que volverá a dar clases de Derecho. "Hay muchas especulaciones y rumorología en la comunidad universitaria, pero el tiempo va a demostrar que mañana, y dentro de un año, estaré en mi despacho de profesor y escribiendo mis libros".
