El Ayuntamiento de Salamanca parece dispuesto a zanjar de una vez la cuestión de los pisos turísticos, dada la proliferación de viviendas y apartamentos para estos fines por toda la ciudad.
Prácticamente no hay semana que la comisión de Fomento no analice alguna petición para abrir nuevos alojamientos para el turismo. Llegados a este punto, el edil de área, Fernando Carabias, ha planteado a los demás grupos políticos crear una comisión especial sólo para pergeñar una ordenanza específica que los regule tras años de 'vacíos legales'.
Las posturas políticas
Los grupos políticos de la oposición han recogido el guante. Desde Vox señalan que el grupo de trabajo debe ser "mixto", afirma su portavoz Ignacio Rivas, y contar con miembros de varias concejalías como Policía, Fomento o Turismo, entre otras. "Debe haber varios actores. Y la Junta de Castilla y León también", dado que es la administración que registra las viviendas y los apartamentos para turistas. La intención de Vox es que la ordenanza de pisos turísticos sea un documento "consensuado" y válido "para muchos años", aceptable incluso para un hipotético Ayuntamiento de distinto color político.
Desde el Grupo Socialista argumentan que el principal problema "es que se incumple la ley". Dado que no hay una ordenanza, se aplica el Plan General de Ordenación Urbana, que veta cualquier negocio por encima de un primer piso "a menos que tenga entrada propia ¿cómo está ocurriendo esto en Salamanca?", se pregunta el edil Chema Collados. "Si abres un bar en un piso te lo cierran inmediatamente. Aquí se denuncia y no se hace nada. Y genera problemas con los vecinos: ruidos de maletas, fiestas, inseguridad... ¿cuánta gente tiene llave del portal? ¿Se han hecho copias? Entra y sale gente de forma continua" y, en otro orden, limita la posibilidad de alquilar o comprar pisos "porque ya son turísticos".
Collados señala también que hay más problemas para convertir un local en una vivienda que en un piso turístico, lo que está generando "una proliferación" de éstos.
Un ejemplo en el centro de la ciudad
El concejal cita el caso concreto de la calle Pedro Mendoza, entre el paseo de la Estación y la avenida de Portugal. Vecinos de uno de los inmuebles denuncian que el verano pasado una empresa adquirió en una subasta un grupo de locales comerciales situados en los bajos del edificio. Dichos locales llevaban años sin uso y, según los residentes, fueron convertidos en 13 apartamentos turísticos y trasteros.
Los locales están en un patio comunitario por el que algunos vecinos acceden a sus propias viviendas en el interior del edificio. Al ver el cariz que tomaban las cosas, ya que veían que los turistas 'se les metían en casa', algunos habitantes del inmueble contactaron con las administraciones (Ayuntamiento y Junta) para consultar acerca de las obras y para advertirles de que la empresa, siempre según su testimonio, habría intentado vender los apartamentos como viviendas residenciales.
Según fuentes municipales, los locales recibieron el permiso de cambio de uso exclusivamente para alojamientos, pero no para residencias habituales. Algunos vecinos comparten la opinión de que esos locales "no pueden ser" viviendas porque la densidad residencial del edificio está agotada y se preguntan qué medidas van a adoptar las administraciones en caso de que finalmente se vendan como tales.
La situación que viven los residentes de la zona, sin un asidero legal claro al que agarrarse, es un ejemplo del tipo de cuestiones que tendrá que solventar la ordenanza.