Más de 300.000 imágenes componen el Centro de Fotografía Histórica de la Guardia Civil, un archivo documental pionero que recopila, cataloga, digitaliza y difunde instantáneas de fondos institucionales, entidades públicas y colecciones privadas, con las que ofrecer una panorámica sobre la evolución del cuerpo policial, a través de un viaje en el tiempo que es también reflejo de la historia de España.
La Casa del Cordón en Burgos, publica EFE, ha acogido este martes la presentación oficial por parte del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, del Centro de Fotografía Histórica de la Guardia Civil, ubicado físicamente en la Comandancia de Burgos, y de la página web a través de cual se podrá acceder, desde cualquier parte del mundo, al repositorio histórico.
Un archivo único y singular, en palabras de Grande-Marlaska, que rinde tributo y homenaje a la Guardia Civil y sus familias; "un viaje a través del tiempo, una reflexión sobre el pasado para comprender mejor el presente y ser capaces de proyectarnos al futuro con renovado vigor y determinación", siempre para mejorar la vida de la gente.
El ministro ha calificado de "hito significativo" la creación del centro, pues preserva y difunde miles de imágenes "congeladas" que son una "panorámica viva de la evolución" del cuerpo, además de dejar constancia de una realidad vivida, frente a la "frágil" memoria humana que suele "borrar" los episodios más negativos como mecanismo de protección.
Un fondo único
El Centro de Fotografía Histórica de la Guardia Civil está compuesto por 300.000 imágenes, recopiladas entre los fondos del Archivo General del Ministerio del Interior, de los archivos del instituto armado y otras administraciones públicas, pero también rescatadas de colecciones privadas, que las han donado para su digitalización, prosigue EFE.
De las 300.000 imágenes, 16.000 ya forman parte de la base de datos y, de ellas, 13.000 están accesibles ya a través de la página web, ha explicado el Mando de Operaciones de la Guardia Civil, el teniente general Félix Blázquez González, quien ha indicado que han puesto el foco en las más antiguas, de modo que el 25% son del siglo XIX y el 30% del siglo XX.
"Uno de los repositorios de fotografía histórica más importantes de España", ha asegurado, que se extiende entre el año 1812, cuando se encomendó al Ejército el orden interior, hasta el año 2000, con la llegada de la era digital, si bien la primera imagen de la Guardia Civil corresponde a 1857 (un posado de un guardia de Caballería en Reinosa, en Cantabria); antes hay grabados, ilustraciones y pinturas.
Además, en el recopilatorio se hace un guiño muy especial a los Carabineros, antiguo cuerpo encargado de la vigilancia de costas y fronteras, creado en 1829 y que desapareció en 1940, cuando se integró en la Guardia Civil, ha recordado Blázquez, quien ha insistido en que se trata de un proyecto "ilusionante, ambicioso y pionero".
También en la rigurosidad con la que se han tratado las fotografías, respetando los derechos de autor y la Ley de la Memoria Democrática, al tiempo que ha destacado que las instantáneas ponen el foco en tres realidades, partiendo de mostrar el trabajo diario y de servicio público.
Por un lado, los servicios humanitarios de la "benemérita"; por otro, las casas cuartel, con imágenes entrañables y domésticas; y finalmente, la presencia de la mujer en el cuerpo, tanto como agente activo, para lo que se han cumplido 35 años en 2023, como en su dedicación de mujeres de agentes, pero sin olvidar a las matronas de los Carabineros.
Una ventana al futuro
El Centro de Fotografía Histórica de la Guardia Civil, prosigue EFE, en el que trabajan 8 agentes en la reserva capitaneados por el brigada Alfonso Chamorro, "no es un portal al pasado sino una ventana al futuro", ha indicado el director general de la Guardia Civil, Leandro Marcos, que muestra "la verdad" del cuerpo policial y sus 180 años de historia.
Una ventana a través de la que mostrar también la historia, "única y con infinidad de matices" de España, contada a partir de la propia evolución de la Guardia Civil, ha apuntado, que muestra dos de las características "inmutables" que son parte sustancial de su ADN: la entrega de servicio público y la implicación familiar, ha apuntado Grande-Marlaska.
Un archivo que es un "tesoro", sobre el que se seguirá trabajando, buscando nuevos fondos documentales con los que alimentarlo, tentando álbumes familiares, difundiéndolo por redes sociales y, a medio plazo, abriéndolo a investigadores, universidades y plasmándolo en publicaciones.