Así son las cartas que cada día Salamanca enviará a Pedro Sánchez y Óscar Puente para exigir sus trenes
Recordatorio a la desatención a las peticiones de reunión tanto en abril de 2022 y diciembre de 2023 y se solicita que se retome con urgencia el diálogo
Una cada día hasta que se aburran. Con fecha 3 de abril han sido remitidas por correo las dos primeras cartas que el Ayuntamiento de Salamanca ha enviado al presidente del Gobierno Pedro Sánchez y al ministro de Transportes, Óscar Puente, para en nombre de la ciudad exigir las mejoras ferroviarias que viene exigiendo hace tiempo. En algunos casos exigencias que han sido respondidas con promesas que no se han cumplido.
En la carta al presidente se le recuerda que ya en abril de 2022 se le remitió un manifiesto 'en defensa de las comunicaciones ferroviarias de Salamanca' -cuyo texto se adjunta de nuevo-, que fue suscrito por el propio Consistorio, Diputación, Universidaes, Cámara de Comercio, organizaciones sindicales y empresariales además de otras entidades.
Sin ser atendida también se le comunica que al ministro se le remitió una segunda carta en diciembre de 2023 informándole de las reivindicaciones a la vez que se pedía una reunión previa a la concentración de enero. Todo sin respuesta. Por todo ello y el empeoramiento de la situación, se explica en la carta, se solicita "urgentemente" la citada reunión para encauzar el diálogo.
En la misma línea, la misiva al ministro recordándole ambas peticiones tanto en abril de 2022 como en diciembre de 2023.
El envío de esta carta se acordó en una reunión este martes de los firmantes de aquel manifiesto de 2022. La citada Mesa aprobó una nueva serie de medidas de protesta contra el Gobierno central y el Ministerio de Transportes para que atiendan las reivindicaciones de Salamanca, una provincia "hastiada" que lleva 1.480 días penando por los trenes rápidos a Madrid y pagando "la falta de voluntad política, sin un motivo real" para no recuperarlos. Las explicaciones aportadas desde Renfe, Moncloa y Transportes "son una antología de malas excusas" que "se contradicen" entre sí, hasta el punto de aventurar que mantener así a Salamanca es "un castigo" a la ciudad, porque "nadie se explica los recortes y por qué no se recuperan" los trenes.