Así se hace un saneamiento ganadero: la prueba de calificación sanitaria que ha enfrentado al campo charro

Tribuna Salamanca acude a uno de estos procesos para comprobar cómo se realizan

Manel Pacho
Viernes, 19, Abril, 2024

Los resultados epidemiológicos de la tuberculosis bovina mejoran en Salamanca. Es un hecho y así lo atestigua que el pasado lunes la Consejería de Agricultura levantase las restricciones de movimiento de este tipo de ganado en cuatro zonas de la provincia.

Si bien ha sido un quebradero de cabeza para los ganaderos desde el pasado año –más allá que siempre ha estado presente-, este descenso del nivel de contagio deja sin efecto la norma de febrero de 2023 que declaraba Zona de Especial Incidencia a las unidades veterinarias de Vitigudino, Ledesma, La Fuente de San Esteban y Lumbrales. Ahora, un año y dos meses más tarde, la situación ha vuelto a la calma. Pero, ¿qué son estas pruebas?

La jornada de este jueves arrancaba en una finca de San Pelayo de Guareña con el saneamiento y la puesta de vacunas de un centenar de cabezas de ganado, repartidas en 70 vacas y 30 terneros. Tribuna Salamanca estuvo presente para conocer el funcionamiento de este proceso, donde la alegría del ganadero Raúl del Brío fue patente al no decretar ningún positivo.

Acompañado de una veterinaria de la empresa EULEN –contratada por la Junta para llevar a cabo estos procesos de saneamiento de tuberculosis- y dos veterinarios propios para las vacunas y desparasitación correspondiente, del Brío empezó la mañana con los ejemplares separados por grupos.

"Si la medida da más de cuatro es positiva, pero si tiene herida o escara se identifica, se le pintan los cuernos con un spray, se añade al sistema y en 15 días debe ser llevada al matadero", explica la veterinaria

Estos, a su vez, fueron pasando por la manga –un espacio estrecho para que vayan en fila y puedan ser manejadas- en parejas o grupos de cuatro en caso de los terneros para comprobar el estado de las inoculaciones realizadas tres días antes por la misma veterinaria. 72 horas antes la profesional rasuró un pequeño trozo del cuello de los ejemplares e inoculó en ellas la tuberculina, pasando posteriormente por la finca medir el pliegue de la piel con el cutímetro y observar si ha crecido. Si se da este caso o presenta una herida o escara, el animal es declarado positivo y en 15 días debe ser llevado al matadero.

Pero estos saneamientos están en el centro de las protestas de los ganaderos, pues reclaman que de no declararse positivos en la finca esta solo tenga que realizar uno por año y no los dos que están reclamándose desde la Junta de Castilla y León actualmente.

El paso de los animales se realiza buscando minimizar un posible estrés y que puedan volver a estar en libertad en el menor tiempo posible, si bien los animales con menos de 45 días de vida no tienen que pasar por el proceso.

La circulación es rápida, colaborando ganaderos, compañeros llegados para la ocasión y los propios veterinarios, aunque no carente de dos pausas en esta mañana de jueves. La primera, para analizar el ojo de una vaca a la que le había entrado paja y presentaba problemas; la segunda, para cortar el cuerno de otra porque la curvatura colocaba el asta en la propia frente del ejemplar y podría llegar a causarle daño.

"Hasta que no acabemos no hay comida"

Dos pausas que no causaron problemas, acabando la tarea trabajo con la alegría de no tener ejemplares afectados y de poder celebrar que la tuberculosis no está presente en una finca que, este jueves, festejaba el fin de la jornada de trabajo con un hornazo para todos los profesionales involucrados en la tarea como recompensa final.

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