Imponentes, majestuosas, grandiosas, históricas, eternas… Cuesta imaginarse a cientos o miles de hombres tratando de levantar estos monumentales edificios y, sin embargo, España es un país donde en casi cada ciudad hay una. Románicas, góticas, barrocas, neoclásicas… gozaos de la suerte de contar con espectaculares catedrales y no es sencillo destacar unas sobre otras.
La revista 'National Geographic' lo que sí se atreve a afirmar es que dentro de lo que llamaría catedrales excepcionales hay una que tiene tres argumentos que otras espectaculares como la de Santiago de Compostela o la de Sevilla no lucen y por eso se podría situar a la de Salamanca en 'top 1' de esos templos excepcionales.
El 12 de mayo de 1513, se colocaba la primera piedra de la Catedral Nueva de Salamancaue que no llegarían a su fin hasta 1733, más de dos siglos más tarde. Y curiosamente, relacionado con el tiempo que se necesitó para su construcción se puede destacar uno de los hechos artísticos que más llaman la atención del colosal edificio: que aunque pasaron más de 200 años entre su inicio y su fin, mantuvo un estilo artístico uniforme, sin caer en las 'modas' que se sucedieron con los años y que habrían dado un aspecto más heterogéneo a la seo.
Pero no es eso en lo que se centra la revista, entonces ¿cuáles son esos tres motivos que esgrime? Vamos uno por uno.
La Catedral de Salamanca es la que alcanza mayor altura de todas las que hay en nuestro país. Cierto y es que alcanza los 110 metros de altura que son exactamente seis más que los que tiene la Giralda. De hecho es la edificación más alta que hay en toda Salamanca. En todo el mundo se encuentra en el puesto 49 en una clasificación que encabeza la Catedral de Ulm.
La catedral nueva se construyó entre 1513 y 1733 conservando la vieja. En un principio pensaron derruirla, aunque decidieron abrirla al culto durante la construcción de la nueva y finalmente mantenerla. No obstante, el muro sur de la Catedral Nueva se apoya sobre el muro norte de la vieja, que hubo de ser reforzado hacia el interior del antiguo templo, cuya nave lateral quedó parcialmente reducida con la nueva construcción. La torre de la nueva catedral se construyó sobre la torre de las campanas de la Catedral Vieja.
Un segundo argumento sería que no hablamos de una catedral si no de dos en una y eso es algo que no existe en ningún otro sitio. La primera, la catedral de Santa María o catedral vieja, (S. XII-XIV) y después, la catedral de la Asunción de la Virgen, o catedral nueva (S. XVI-XVIII). Con el auge de la universidad de Salamanca, la catedral vieja se quedó pequeña, baja y oscura, así que, con el apoyo de los Reyes Católicos, allá por el 1513, se comenzó la construcción de la catedral nueva, pegadita a la vieja cuyo brazo de crucero izquierdo quedó incluído en la nueva construcción. Como las obras duraron un montón de años, nada menos que 250 años, la catedral vieja permaneció abierta para tener un lugar de culto mientras se construía la nueva, pero finalmente no se demolió. Así que, hoy en día, se pueden ver las dos magníficas catedrales juntas.
El tercer argumento es la presencia de una escultura tallada en uno de sus pórticos -en la Puerta de Ramos-, que llama poderosamente la atención porque se trata de un astronauta, algo que evidentemente es imposible que se modelara en los siglos XVI-XVIII. Fue tallado en 1993 cuando se realizó la restauración y es un sello de esa reparación que primero suscitó cierta controversia y después ya se ha convertido en todo un símbolo de la catedral salmantina.
MÁS RAZONES EXCEPCIONALES
Además de lo que cuenta la revista el edificio tiene mucho que mostrar y es que no deja de ser un edificio que sobrevivió al terremoto de Lisboa de 1755 y la ocupación francesa durante el siglo XIX.
Por ejemplo, tiene 18 capillas, luce casi un centenar de vidrieras llegadas desde Flandes y desde hace veinte años se puede subir a sus terrazas gracias al programa 'Ieronimus' para contemplar todo el centro histórico a vista de pájaro. Quien más y quien menos también conoce la historia del Mariquelo y sus escaladas por el campanario.
Cabe señalar que el acceso principal de la Catedral Nueva está a los pies del edificio, junto al palacio del obispo -no hay más que ver que tiene varios portones y que todo el entorno está profusamente decorado-, pero una casualidad histórica quiso que la puerta de Ramos se convirtiera en la 'fachada oficiosa' de la seo.
Durante la ocupación napoleónica, en 1811, el general Thiébault se instaló en el palacio de Anaya. Se dice que las casas le impedían contemplar la catedral a su gusto, así que ordenó echarlas abajo y abrir un espacio entre el palacio y el templo: así nació la plaza de Anaya y la puerta de Ramos se convirtió, inesperadamente, en la puerta más popular de la seo.