El Complejo Asistencial de Salamanca ha estrenado este mes de julio la bañera de la Undad de Paritorio para el acompañamiento durante el parto, "como parte del tratamiento del dolor durante la dilatación", tal y como aseguran fuentes hospitalarias.
Previamente, dicen, ya se habían realizado las formaciones necesarias del personal relacionado para su uso.
Al parecer, la flotabilidad y el calor del agua pueden ayudar a las mujeres a relajarse y con ello se podrán obtener contracciones menos dolorosas y una posible reducción de tiempo en el proceso de parto.
Según los profesionales, "la mamá siente con más control cuando ha experimentado la relajación en el agua, y tiene una percepción menor del dolor". Desde el propio Hospital, dejan claro que "no se usa para parir en ella".
En este sentido, Javier Goenaga Sánchez, ginecólogo presente en el primer uso en el Complejo Hospitalario de esta bañera el pasado 9 de julio, ha expresado que la madre tenía como deseo en su plan de parto el uso de la bañera para controlar el dolor, "fuimos nosotros los que le informamos de la disponibilidad y que cumplía requisitos para emplearla".
"Después de su uso, el desarrollo del parto fue maravilloso; muy satisfactorio para la pareja y ambos estaban muy emocionados y agradecidos de que se hubiese podido cumplir su petición de usarla".
"Nos expresaron a todo el equipo que sentían de corazón que su parto había sido más respetado y acompañado de lo que hubiesen imaginado". Para ser el primer caso en el hospital, "no pudo salir nada mejor: madre y recién nacido sanos y satisfacción plena de la pareja, cumpliendo nuestra filosofía de cuidados centrados en la familia".
"La bañera, como método de control del dolor durante la dilatación, se debería dar a conocer en las clases de preparación al parto por parte de las matronas de atención primaria y, estas mismas, informar a las pacientes si cumplen los requisitos para usar la misma (hay motivos de exclusión, como enfermedades maternas o fetales)".
Una vez llegan en parto activo a la Unidad de Paritorio, si siguen deseando usarla, se les realiza una prueba sencilla de entrada y salida de la bañera, se solicita el consentimiento y aceptación sobre el uso de la bañera y posteriormente se acompaña el parto de una forma concreta, pero cuya filosofía es el acompañamiento continuo y la menor intervención pero con las garantías de la atención hospitalaria al parto.
Finalmente, cabe destacar que, se trata de una herramienta cuyo uso está consensuado por el grupo de trabajo específico, la Unidad de Paritorio y el Servicio de Ginecología y Obstetricia, para la dilatación, ya que es en lo que mayor evidencia científica existe.
