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La localidad fronteriza hispanolusa de Fuentes de Oñoro escucha desde este mes de agosto las campanadas de las horas que marca el reloj mecánico de la torre de su Plaza Mayor. Este es el más antiguo de la provincia, llegando a Fuentes de Oñoro en 1953 desde Suiza por un precio de 75.000 pesetas.
"Hemos querido restaurar esta joya porque es un patrimonio municipal y porque, además, es un símbolo para el pueblo de Fuentes de Oñoro", explica la alcaldesa oñorense, Laura Vicente. Restauración que se ha ido desarrollando durante los últimos dos meses. "La Torre del Reloj es un referente para las gentes de Fuentes de Oñoro y ahora es un patrimonio que hemos puesto en valor", señalan la alcaldesa y la teniente de alcalde.
Laura Vicente insiste en que "la subida en sí a la torre del reloj es algo que llama la atención y ver este reloj y su funcionamiento es un privilegio para los oñorenses y los que nos visiten". Ahora, cada semana habrá que darle cuerda al reloj para que los contrapesos sigan haciendo su trabajo y, así, pueda marcar las horas el reloj, indica Merino.