Encontrar un sitio minimamente agradable en Salamanca para hacer más llevadero el calor del mes de agosto, y si es posible en contacto con la naturaleza, es el objetivo de muchos que o no tienen vacaciones o no pueden disfrutarlas en lugares más frescos. Para aquellos que, aunque no sea muy lejos, pueden salir de la capital hemos hablado del turismo acuático que nos lleva a esas piscinas naturales, embalses o pozas que son un auténtico oasis durante estos días pero en la ciudad también se pueden encontrar refugios y uno de ellos en Salamanca sin duda es el Parque de los Jesuitas.
Hablamos de un espacio verde que surge de la Huerta de los Jesuitas, creada en 1921. Ante el déficit de espacios verdes que existía en la ciudad en la década de los 70, el Ayuntamiento consulta la posibilidad de ceder la huerta al municipio, una cesión que no fue posible, pero se transformó en un acuerdo para la adquisición del espacio, con la condición de que se destinara a zona de ocio y recreo de los salmantinos.
En 1982 se redactó el proyecto para la construcción del parque, "donde se buscó mantener un equilibrio ecológico y respetar al máximo la vegetación existente, potenciando nuevas áreas con arbolado más frondoso que diera origen a superficies sombreadas para mejorar la habitabilidad del mismo en el que se respetarían casi todos los árboles frutales, manzanos y perales, sobre todo. Se conservaron los ejes originales, pero también fue necesario añadir otros, así como diseñar caminos, vías transversales secundarias, zonas estanciales y en el cuadrante suroeste se dispusieron hasta cinco zonas de juegos infantiles".
En el año 1993 el Ayuntamiento adquirió la portada original del convento cisterciense de Las Bernardas y se situó como entrada principal al parque desde el paseo de San Antonio. Esta portada fue reinaugurada en 2022 tras la rehabilitación realizada por el Taller de Empleo 'Salamanca 2002' con la colaboración del INEM y el Fondo Social Europeo.
Fue durante los años 1996 y 1997 cuando se llevó a cabo otra reforma en la que se realizó la pavimentación adoquinada de algunos paseos, se creó un camino diagonal que unió el paseo perimetral y, entre otras actuaciones, se convirtió el antiguo cementerio en un jardín romántico.
Años después, ya en 2016, se acometió una nueva actualización de este parque en el que se incorporaron tres nuevas zonas infantiles en las que se introdujeron juegos para niños menores de seis años e inclusivos.
Además, se incorporó un circuito de habilidad para perros y se recuperaron las seis fuentes ornamentales situadas en el eje Oeste. El sistema de riego fue mejorado a través de la telegestión vía radio y también la iluminación, gracias a la instalación de LED.
El parque cuenta con zonas para la promoción de la actividad física al aire libre, desde el baloncesto a l calistenia o el vóley playa, junto con una zona de aparatos biosaludables.
Plano de la Huerta de los Jesuitas. Vuelo fotogramétrico realizado por el ARMY MAP SERVICE de EEUU en los años 1956-57
LA VEGETACIÓN
En todo caso si algo se aprecia cuando hablamos de un parque es que 'tenga verde'. La vegetación es fundamental en un parque porque proporciona hábitats para una amplia variedad de especies enriqueciendo la biodiversidad además purifica el aire, regula la temperatura al proporcionar sombra y reducir el efecto de isla de calor en las áreas urbanas, entre otros beneficios. Los parques son agradables para el descanso y la recreación y contribuyen al bienestar mental de las personas ayudando a reducir el estrés y mejorando la salud mental.
Estilísticamente, Los Jesuitas conserva en su integridad la estructura original de huerta conventual cerrada, que hacía referencia al 'hortus conclusus' medieval, pero con unas trazas interiores geométricas que recuerdan a la jardinería formal francesa con 4 ejes que sirven para distribuir las diferentes zonas del parque (estanciales, deportivas, de juegos, etc.)
En cuanto al patrimonio vegetal, y tal y como se recoge en el estudio más extenso realizado por el técnico municipal Jacinto Pérez Jiménez, técnico de jardinería y floristería del Ayuntamiento, el parque cuenta, aproximadamente, con más de 2.700 plantas distribuidas en 82 géneros y especies.
Solo algunos ejemplos: Almez (Celtis australis), Árbol del amor (Cercis siliquastrum), Chopo temblón (Populus trémula), cerezos (Prunus avium), Ébano falso (Laburnum anagrynoides), Jabonero de la China (Koelreuteria paniculata), Membrillo (Cydonia oblonga), Olmo del Cáucaso, (Zelkova carpinifolia) Plátanos (Platanus s.p.), Sauces (Salix s.p.), Mimosas (Acacia dealbata), Olivos (Olea europea), Magnolias (Magnolia s.p.), Cedros (Cedrus s.p.), Abetos (Abies s.p.), Cipreses (Cupressus s.p.), Pinos (Pinus s.p.), etc., pero la plantación predominante es la de los frutales originales (perales y manzanos) que en número de más de 500 ejemplares, se encontraban ya en la huerta.
