Yabusele deja el Real Madrid para fichar por la NBA

Ahora verá cumplido su sueño, perdiendo dinero por el camino, y deja en las arcas del Real Madrid unos ingresos imprevistos que seguramente se den por buenos

Miguel Ángel Fernández
Jueves, 29, Agosto, 2024
Baloncesto

El francés Guerschon Yabusele regresa a la NBA y con ello pone punto final a una etapa de tres temporadas en el Real Madrid, donde se convirtió en una pieza importante sin llegar a colgarse el cartel de estrella del equipo al que por condiciones podría haber aspirado.

A fata de que sea oficial, esta vez han sido los Philadelphia 76ers, quienes ya reclutaron de nuevo para el baloncesto estadounidense al base canario Sergio Rodríguez, los que han decidido apostar por el que fuera número 16 del draft del año 2016, justo por detrás de Juancho Hernangómez y por delante de nombres como Pascal Siakam o Dejounte Murray.

En aquella ocasión le eligieron los Boston Celtics, en cuyas filas estuvo dos temporadas y donde se ganó el sobrenombre de 'oso bailarín'. La comparación con el animal la dio su exuberancia física, llegando a decir de él Jaylen Brown, compañero suyo de generación y equipo, nombrado el pasado curso MVP de las Finales, que era "una fuerza de la naturaleza que puede tirar y tiene buenos pies". Esta última característica, cincelada gracias a su experiencia con el boxeo cuando era joven, fue la que le valió para añadir el adjetivo a la 'fiera'.

Pese a ello, su papel en el gran escenario por aquel entonces quedó casi en cameo. Primero pasó un año en China en los Shanghai Sharks y a su regreso a Estados Unidos fue alternando con la G-League para acabar disputando 74 partidos en los que promedió 6.6 minutos, 2.3 puntos y 1.4 rebotes.

Sus cifras resultaron insuficientes para evitar ser cortado, pero le valieron para ganarse un nuevo contrato en tierras chinas con los Nanjin Monkey Kings y posteriormente uno en un club de Euroliga como el ASVEL Lyon-Villeurbanne. Fue su regreso a Francia, donde había despuntado antes de cruzar el Atlántico en el Chorale Roanne y en el Rouen Métropole.

Demostró entonces Yabusele que tenía sitio en la elite europea, promediando en la 2020-2021 un total de 11 puntos, 4.2 rebotes y 1.2 asistencias en 30 partidos en la máxima competición continental. Lo siguiente fue su aterrizaje en el Real Madrid para unirse a un plantel en el que estaban sus compatriotas Fabien Causeur, Thomas Heurtel y Vincent Poirier; de los cuales ya no queda ninguno.

Allí ha tenido momentos de gran inspiración que eran capaces de ganar partidos y de otorgarle reconocimientos individuales como MVPs en jornadas aisladas y en el mes de enero del 2022 en la Euroliga, o el conseguido en mayo del 2023 en la Liga Endesa.

Este último sirvió para dulcificar en cierta medida su pasaje más amargo de blanco, un lunar en su carrera por el que muchos le recordarán en Goya con el paso de los años. Sucedió el 28 de abril de ese mismo año, en el segundo encuentro de los playoffs de la máxima competición europea que enfrentaban a su equipo con el Partizan de Belgrado.

Ese día, en medio del fragor de una batalla campal sobre el parqué del WiZink Center, Yabusele derribó a Dante Exum con una vergonzosa 'llave de judo' que acabó ocasionándole una sanción de cinco encuentros. Las consecuencias fueron especialmente dolorosas, pues le impidió disputar el resto de aquella serie histórica en la que el Real Madrid remontó un 0-2 adverso y no estar presente en la Final a Cuatro, de la que su equipo salió campeón.

El ala-pívot fue 'indultado' por el madridismo y la campaña pasada volvió a tener momentos determinantes, pero sin alcanzar nunca el estatus de referente que sí acompañó al croata Mario Hezonja, al argentino Facundo Campazzo, al caboverdiano Walter Tavares o al bosnia Dzanan Musa.

A pesar de ello, en mitad de un verano repleto de cambios y rumores en el seno del plantel que dirige Chus Mateo, su nombre nunca llegó a sonar entre los de las posibles salidas. Hasta que llegaron los Juegos Olímpicos de París y el panorama cambió por completo.

Las buenas actuaciones con una Francia con la que fue de menos a más, el póster que le hizo en la final a Lebron James y sus declaraciones públicas 'pidiendo' una nueva oportunidad en la NBA fueron señales suficientes para que una franquicia apostara por él. Ahora verá cumplido su sueño, perdiendo dinero por el camino, y deja en las arcas del Real Madrid unos ingresos imprevistos que seguramente se den por buenos. 

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