Los restos del convento de San Vicente, en el cerro del mismo nombre, albergarán el nuevo museo de la ciudad. El proyecto 'Salamanca Invisible', tal y como se lo conoce, recorrerá la historia del patrimonio de la ciudad desde su nacimiento hace 2.800 años en ese mismo montículo hasta los desastres de la Guerra de Independencia y la desamortización de Mendizabal durante el siglo XIX que se llevaron por delante un tercio de la riqueza monumental de la ciudad.
La iniciativa afronta sus últimas etapas antes de la inauguración, prevista para finales de año. La empresa responsable de ejecutar las obras en lo alto del Cerro lleva más de un año trabajando, y aunque y el plazo para terminar acaba el 18 de octubre, una obra de esta magnitud exige correcciones y mejoras hasta el último momento.
Las citadas mejoras implican, grosso modo, añadir más contenido a las exposiciones previstas originalmente, instalar diversos equipamientos audiovisuales, retocar algunos elementos del edificio y elaborar infografías y recreaciones en 3D de varios edificios desaparecidos de la ciudad, como las cabañas de la Edad del Hierro de hace 28 siglos o el convento de San Vicente, del siglo XVI. El Ayuntamiento analizará y presumiblemente aprobará estos cambios la próxima semana.
Según la documentación oficial, conforme avanzaba la puesta a punto del museo, "se ha valorado imprescindible la ampliación del alcance" de los contenidos y "especialmente la forma de contarlos para hacer la exposición más atractiva y didáctica" cara al público.
Detalle del interior del centro de interpretación antes de su adecuación como museo.
El Ayuntamiento abrió sus almacenes y puso a disposición de los redactores del proyecto museístico "diverso material" que en principio no iba a mostrarse, pero dada su relevancia y su "enorme valor" histórico, decidieron 'hacerle un hueco'. ¿De qué piezas hablamos? Si hablamos de la Salamanca prehistórica, de reproducciones de cuencos, figuras zoomorfas y hachas de piedra. Y si saltamos a la Salamanca del siglo XIX, de la maqueta original del edificio del Ayuntamiento, del "famoso 'Maletín de Wellington'" con los objetos personales del militar británico y de "innumerables grabados y armamento de la batalla de Salamanca durante la Guerra de la Independencia".
Estos objetos son sólo la punta del iceberg. Se añadirán sables originales de la Guerra de Independencia, reproducciones de fusiles y carabinas de la época "empleados en las batallas acaecidas en la ciudad y su entorno" y varias piezas audiovisuales sobre el conflicto, como mapas de los movimientos napoleónicos o una recreación de la destrucción del medallón de la Plaza Mayor dedicado a Manuel Godoy, un traidor a ojos de la mayoría de los españoles.
El museo prestará una gran importancia a la imagen y el sonido para hacer más comprensible el material de las exposiciones.
Así, dos rincones del viejo convento tienen todas las papeletas para ser el santo y seña del nuevo museo: las fachadas exteriores y el sótano abovedado.
Las dos fachadas que siguen en pie, de 414 y 126 metros cuadrados, estarán equipadas con un equipo de proyección de gran formato que las convertirán en sendos 'lienzos' sobre los que se proyectarán 'videomapping' y otras grabaciones audiovisuales y artísticas.
Restos del sótano del convento. (Foto: Ical)
El sótano, uno de los pocos espacios que sobrevivieron a la guerra, será un área de "proyección inmersiva" gracias a un sistema que emitirá vídeos en las tres paredes originales "relacionados con la arqueología de la ciudad/provincia de Salamanca".
A menor escala, los visitantes contemplarán proyecciones digitales sobre los movimiento de tropas en la batalla de Arapiles, trascendental en la guerra contra los ocupantes; admirarán una maqueta con 400 figuras y topografía realista sobre las luchas dentro de la ciudad, con los franceses atrincherados en el Cerro de San Vicente y los aliados en lo que hoy es el Botánico; y verán el rodaje de un "conocido cineasta" cuyo nombre no ha trascendido sobre aquella Salamanca desaparecida.
También se proyectarán fragmentos de la película 'Nueve cartas a Berta', del salmantino Basilio Martín Patino, que muestra cómo era el barrio de los Milagros, al pie del Cerro de San Vicente, antes de su transformación en lo que es hoy.
Son, a muy grandes rasgos, algunos de los contenidos que exhibirá el museo sobre dos épocas clave de la historia de una ciudad con 2.800 años de existencia a sus espaldas.
