Corchado presenta un informe de 55 páginas para defender su "honor personal" y el "prestigio" de la Usal

Asegura que toma la iniciativa para defenderse de las denuncias presentadas por el Comité de Ética de la Investigación (CEEI) y por los investigadores de la Universidad de Granada

Isabel Rodríguez
Lunes, 30, Septiembre, 2024
USALNoticias 24 horas

El rector de la Universidad de Salamanca, Juan Manuel Corchado, publicó este lunes un informe titulado 'En respuesta para garantizar mis derechos' con el que quiere defender su "honor personal" y el "prestigio" de la Universidad de Salamanca.

Un extenso documento de 55 páginas, publica Ical, con el que ha decidido "tomar la iniciativa" y defenderse, rebatiendo las denuncias presentadas por el Comité de Ética de la Investigación (CEEI) y por los investigadores de la Universidad de Granada. 

En el documento, al que tuvo acceso la Agencia Ical, señala que, "si de verdad existiera una preocupación por las autocitas, lo justo sería realizar una revisión profunda y exhaustiva de todo el sistema universitario español, en lugar de utilizarme como chivo expiatorio". Además, entiende que existe una "campaña que responde más a los intereses ajenos que a salvaguardar el avance de la ciencia", y añade que los "ataques" recibidos provienen siempre de las mismas fuentes, relacionadas entre sí, y que utilizan "información privilegiada sacada de contexto". 

A través del escrito solicita también que "se respete el derecho de autonomía universitaria" y reitera que ninguna de las actuaciones que se le atribuyen "puede considerarse delictiva". Además, incide en que "los intentos de desprestigio" no afectarán a su labor como rector de la Usal.

"Estoy comprometido a hacer de nuestra universidad una institución aún más grande, impulsando grandes proyectos que reflejen la excelencia y la tradición que ya poseemos", señala Corchado, y reafirma que "la Universidad de Salamanca merece ambición y futuro. La tradición ya la tenemos". 

En las conclusiones, prosigue Ical, el rector de la Usal considera que está siendo "objeto de una campaña de difamación sistemática impulsada por intereses personales" y no por una "verdadera preocupación por la ética científica". Corchado admite que ha observado "un claro patrón de manipulación mediática" que coincide con momentos clave de su candidatura y los primeros meses de mandato, lo que refuerza su convicción de que forma parte de una "estrategia bien orquestada para desacreditarme y forzar mi salida". Una campaña que, demanda, llegó a medios internacionales "con el fin de dañar mi imagen globalmente". 

Además, defiende al Consejo de Gobierno de la Usal, órgano ante el que presentó dicho informe, por cumplir con la recomendación del CEEI de realizar una investigación externa e independiente coordinada por Salvador Rus Rufino. El rector matiza que ha sido víctima de "delitos graves", entre ellos el de suplantación de identidad en redes académicas y publicaciones, y se han eliminado 25 artículos que fraudulentamente incluían su nombre sin su conocimiento. 

Ante las acusaciones de presuntas malas prácticas, el rector afirma haber realizado revisiones junto a su equipo de las publicaciones, reportando errores de edición a la editorial Springer, mientras que la editorial decidió eliminar algunos artículos "sin ofrecer explicaciones claras", algo que considera "una decisión arbitraria". Corchado también señala una relación entre los periodistas que se han hecho eco de las noticias que cuestionan su imparcialidad y la Universidad de Granada, además de con el Comité de Ética. 

Comité de Ética de la Investigación 

Frente las acusaciones del Comité de Ética, Juan Manuel Corchado señala que le "generan una situación de indefensión al no haber tenido posibilidad de contradicción".

Así, califica al CEEI de actuar como un órgano instructor al encargar primero un informe sobre su actividad científica a investigadores de la Universidad de Granada y hacer lo mismo después en la de Salamanca, publicando el primero al no responder el de su Universidad "a sus propias convicciones". Actuaciones que considera "cuestionables" y que podrían ir en contra del Código Europeo de Conducta para la Integridad en la Investigación (ALLEA). 

El informe refleja también una "innegable parcialidad" en algunos miembros del Comité, refiriéndose en concreto al presidente, Jordi Camí, cuyos comentarios consideró que "han comprometido gravemente la objetividad que se espera en una institución de esta naturaleza". 

Informe de los investigadores de la Universidad de Granada

Corchado finaliza el escrito en defensa de su honor con un extenso apartado, formado por 22 puntos, en referencia al informe de los investigadores de la Universidad de Granada, afirmando que "presenta graves deficiencias que invalidan como instrumento de evaluación imparcial de mi producción científica y de las supuestas malas prácticas", además de "numerosas imprecisiones y sesgos" basados en una "evaluación parcial y manipulada". 

Además, añade que las acusaciones sobre las malas prácticas científicas "no tienen fundamento sólido" al basarse en una "metodología poco objetiva y errores en los datos presentados", y que se fundamenta en información de Retraction Watch, fuente que cuestiona la fiabilidad de Google Scholar para medir el impacto científico, "lo que contradice la metodología del Comité", explica. 

Corchado, recoge Ical, acusa también a los propios autores del informe de presentar un comportamiento similar respecto a las autocitas en sus publicaciones, "llegando a porcentajes elevados, incluso al cien por cien", incide. A ello, suma que las metodologías biométricas "difieren significativamente" de las empleadas por instituciones reconocidas como la ANECA, lo que invalidaría las acusaciones de "malas prácticas", y vuelve a incidir sobre el contacto entre los autores del informe con los periodistas "desde mucho antes de la publicación del documento", hecho que contribuyó a la "difusión de acusaciones infundadas" ya a una "posible falta de neutralidad"

"Uno de los errores fundamentales del informe es la constante confusión entre diferentes tipos de documentos académicos y artículos científicos", continúa el rector de la Universidad de Salamanca, quien aclara que su nuevo perfil público en Google Scholar está incompleto "y no es legítimo" al carecer de una dirección de correo electrónico verificada y presentar una afiliación desconocida. 

Respecto a las cifras sobre sus publicaciones, Corchado explica que "no distingue entre publicaciones científicas y otros documentos no científicos", algo que calificó como un "error notable", y critica que los autores utilizan una variedad de bases de datos entre las que no se encuentra el criterio aceptado por organismos como Aneca de utilizar bases de datos "estrictamente científicas" como Scopus. 

Los autores del informe de la Universidad de Granada mencionaron también una "hiperproductividad científica", sin considerar, según el rector, factores "esenciales" como el número de proyectos en los que participa o la cantidad de coautores en las publicaciones. Así, detecta también un "error factualmente incorrecto", donde el informe le atribuye el cargo de director del AIR Institute en el momento de publicación de las noticias en la prensa, cuando ya había dejado esa posición. 

En lo referido a los congresos, Corchado refuta la idea de que los organizados por su equipo están "encubriendo" un megacongreso, y denuncia que el informe "parece confundir intencionadamente la publicación en actas de congresos con la publicación en revistas científicas". 

Regresando al campo de las citas, el rector constata en su documento que la colaboración con su equipo es extensa, algo "habitual en cualquier comunidad científica" para justificar que un porcentaje significativo de las citas provienen de su entorno cercano, y califica de "especulación infundada" que su reputación académica provenga de rankings como Google Scholar o Standford, donde se encuentran muchos resúmenes de ponencias que incluyen sus citas y no publicaciones científicas con investigación original. 

Por último, aclara que la restitución de documentos en el repositorio Gredos "no contienen investigación origina" y no deben ser sujetos a las mismas normativas de restitución que las verdaderas investigaciones científicas. 

 

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