El sector educativo, tradicionalmente impulsor del empleo en septiembre, ha comenzado el nuevo curso con 1.082.670 afiliados, lo que representa una disminución de 145.032 en comparación con la media registrada en junio. Esta cifra refleja una recuperación más lenta tras los habituales despidos de verano, una práctica sobre la cual expertos y sindicatos han advertido repetidamente.
Durante el mes de septiembre, el mercado laboral añadió 8.805 empleos de media, en gran parte gracias al sector educativo, que sumó 49.858 nuevos afiliados respecto a agosto. Esto contrarresta parcialmente la pérdida de 72.338 empleos en agosto, que se sumaron a los 122.551 destruidos en julio.
Sin embargo, al comparar los datos con la media de junio, todavía existe una diferencia de 145.032 afiliados, una brecha que las contrataciones en septiembre no han logrado cerrar del todo. Se espera ver si octubre traerá una recuperación adicional con el inicio de actividades extraescolares, servicios auxiliares relacionados con la educación y la cobertura de vacantes pendientes.
Este patrón de caídas en la afiliación a la Seguridad Social durante julio y agosto, seguido de repuntes en septiembre, conocido como "despidos por vacaciones", es un comportamiento recurrente en el sector educativo y en actividades relacionadas, debido al ciclo del curso escolar.
Así, en 2023 la educación perdió 170.000 empleos entre julio y agosto, que recuperaron completamente entre septiembre (85.817) y octubre (191.154).
Este año, el curso escolar ha comenzado en muchas comunidades entorno al 9-10 de septiembre, cuando en años anteriores solía ser alrededor del día 6.
Detrás de este comportamiento del empleo en la educación está, por un lado, la situación de la temporalidad en las administraciones públicas, en las que es habitual que el personal docente interino cese en julio y vuelva en septiembre, pero también cierto fraude en la contratación en la enseñanza privada, según denuncian los sindicatos.
Unos 60.000 docentes del sector público están en situación de interinidad y no llegan a cotizar los meses requeridos (unos cinco meses y medio de media en España) para llegar a junio con derecho a mantenerse de alta y cobrar las vacaciones de verano.
A esta situación, se suman las dificultades para encontrar profesores de especialidades y los retrasos adicionales que puede acarrear para los refuerzos con contar con presupuestos generales, lo que este año ha llevado a la escuela pública a reabrir las aulas con un déficit de 45.778 docentes y una interinidad del 21,06 %.
En las bajas durante las vacaciones también influye la utilización en la enseñanza privada y concertada de la figura del fijo discontinuo para la contratación de personal docente.
La utilización del contrato fijo discontinuo para contratación en la actividad no docente es correcta, si bien alerta de que muchos empleadores recurren de forma fraudulenta al contrato temporal.