Condenado a 25 años por el asesinato con alevosía y ensañamiento de una mujer en Santa Marta de Tormes

La sentencia dictada por la Audiencia Provincial de Salamanca, conforme al veredicto del jurado, le condena además al pago de una indemnización de más de 568.000 euros

Isabel Rodríguez
Martes, 08, Octubre, 2024
SucesosNoticias 24 horas
La Audiencia Provincial de Salamanca ha condenado a 25 años a D.G.M. por el asesinato con alevosía y enseñamiento de una mujer en Santa Marta de Tormes. Conforme al veredicto de culpabilidad emitido por el jurado tras el juicio celebrado a finales del pasado mes de septiembre en la Audiencia Provincial de Salamanca, la sentencia dictada por el magistrado presidente del tribunal también incluye la concurrencia de la agravante de desprecio de género, y con la accesoria de inhabilitación absoluta.
 
Asimismo, en concepto de responsabilidad civil deberá hacer frente al pago de una indemnización de 568.630 euros para la pareja de hecho de la víctima, sus tres hijos y sus padres. 
 
El fiscal solicitaba una condena de 25 años de prisión, así como diez de libertad vigilada, el pago de las costas del juicio y una indemnización similar a la establecida ahora por sentencia. Mientras, la defensa pedía unan pena mínima de 15 años de prisión. 

Los hechos juzgados constatan que la noche del 4 enero de 2023, D.G.M. solicitó los servicios de la víctima, que ejercía la prostitución y a quien ya conocía por haberla contratado en ocasiones anteriores. Lo hizo escribiéndole un mensaje de whatsapp por medio del que quedó con ella en el domicilio de él, en la calle Bajada del Río de Santa Marta, en torno a las una de la madrugada del 5 de enero.

Ella llegó a la casa sobre la medianoche, y ambos fueron al salón donde consumieron alcohol y droga, siendo el acusado consciente en todo momento de lo que hacía. Cuando la víctima se encontraba desnuda, "la ató sentada en el suelo a las patas de la mesita del salón con los brazos en cruz, con la intención de simular un juego sexual".

Sin embargo, comenzó a golpearla en la cabeza y el cuerpo, hasta que ella cayó desplomada al suelo. Con intención de causarle aún más sufrimiento, D.G.M. "siguió golpeándola durante tres cuartos de hora, relata el fiscal, hasta con pisotones en la cabeza, el tronco y los brazos, de manera que perdió la conciencia y quedó en situación agonizante".

Después, la llevó al baño, la metió en una bañera que llenó de agua y le sumergió la cabeza hasta que perdió la poca vida que le quedaba.

Una vez acabó con su vida, "limpió la sangre y huellas del crimen que había en el piso, metió en una bolsa de basura la cinta manchada de sangre con la que la había atado y, tras vaciar de agua la bañera donde estaba el cadáver, sobre las 6.00 horas, tiró la bolsa de basura a un contenedor y se fue al centro de salud de Santa Marta".

Lugar donde pidió ayuda porque "tenía en su casa a una persona sin conocimiento a causa de un golpe que se había dado contra la mesa". Finalmente, volvió al piso con los sanitarios, donde llegó a ayudar a la médico a sacar el cuerpo de la bañera para que le pudieran practicar maniobras de respiración que no dieron sus frutos. 

 

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