Aproximación histórica a los orígenes y evolución de Golpejas

Julio Darío Martín García, Catedrático de Historia, Licenciado y Doctor en Pedagogía por la Universidad Complutense de Madrid

Teresa Sánchez
Domingo, 20, Octubre, 2024

Entre los topónimos de  difícil identificación en el alfoz ledesmino, según el Catedrático salmantino, Antonio Llorente Maldonado de Guevara: 'Toponimia Salmantina', figura en el Fuero de Ledesma, entre otros, el poblado de Golpeyas de la Torre, actualmente llamado solo Golpejas. Todavía en el año 1265 se denominaba Golpeias de la Torre, según el coordinador del Volumen II de  la Historia de Salamanca, José María Mínguez Fernández. Pero en la misma obra, en una alusión al año 1548, figura ya solo como Golpejas. Acotando, incluso, esta fecha, en el Censo de 1528 aparece ya como Golpejas. A tenor de lo expuesto, ignoramos si es de procedencia romana, árabe, vasca o de cualquier otra.

Golpejas aparece en la Historia en el citado Fuero de Ledesma, cuya fecha de redacción no está clara, datando para Gacto Fernández, María Trinidad: 'Estructura de la población de la Extremadura leonesa en los siglos XII Y XIII', del reinado de Fernando II de León (1157-1188) y para Llorente del reinado de Alfonso IX (1188-1230). La repoblación o, probablemente, la fundación de Golpejas acontece, en fecha imprecisa, durante el reinado del citado rey Fernando II, cuando tiene lugar la repoblación completa de las tierras de Ledesma con gentes de procedencia del Reino de León, principalmente, de Zamora, Galicia, Asturias y también de Portugal. Según Ángel Barrios García: 'Repoblación de la Zona Meridional del Duero', de 46 topónimos estudiados del Arcedianato de Ledesma, el 83% es de esta procedencia. El estado  de guerra entre el Reino de León y el Reino de Castilla no propiciaba la venida de emigrantes  castellanos  y vasconavarros.

La  inmensa mayoría, según  Barrios García, la constituye un campesinado que se desplaza en busca de los beneficios de la guerra y atraído por las garantías jurídicas personales. Mayor libertad, concejo abierto y participativo de todos los habitantes, propiedad individual de la tierra en zonas de escasa o nula población y, también, propiedad comunal de todos los vecinos; pero a partir de mediados del Siglo XII y, sobre  todo, después de la batalla de las Navas de Tolosa en 1212, al desaparecer definitivamente la amenaza almohade, se inició un periodo en el cual va imperando la supremacía de la nobleza y, en cierta medida, de la Iglesia.  No obstante, su futuro quedó asegurado por la integración en el aparato feudal, a cambio de impuestos, todo ello no sin luchas y resistencias. Véase Reyna Pastor de Togneri: 'Resistencias y luchas campesinas en la época de crecimiento y consolidación de la formación feudal. Castilla y León. Siglos X-XIII'.

Golpejas, como todos los pueblos de su entorno de más de 100 habitantes, tiene, a lo largo de los siglos, una economía basada, principalmente, en una agricultura y ganadería de  casi subsistencia, combinada con actividades artesanales, tejidos, cerámica, madera, fabricación de herramientas y utensilios para el campo, fragua, molino, etc. Trueque y, por tanto, escaso comercio con el exterior, aunque  la poderosa Ledesma, dada su proximidad, conlleva una notable  subordinación y dependencia  de esta ciudad.

En cuanto a la Iglesia, todos los habitantes, en teoría, estaban obligados a pagar el diezmo, incluso judíos y musulmanes. Con el tiempo, según  Barrios en 'Estructuras agrarias y de poder en Castilla. El ejemplo de Ávila 1085-1320)' se llega a un acuerdo y los campesinos pagaban de dos fanegas y media a tres por yunta de bueyes. Se abonaba diezmo por toda clase de productos: granos, vino, ganado, etc. Un tercio, aproximadamente, para la Parroquia, otro tercio para el Obispado y, finalmente, otro tercio para el Rey. Estos impuestos mantuvieron su vigencia hasta 1837. El ser Golpejas  localidad de realengo favoreció, en no pequeña escala, su progreso.

En lo relativo a la demografía y su trayectoria se vería, sin duda, favorecida en el siglo XIII por la llegada de nuevos flujos migratorios, con cierto declive en el Siglo XIV,  a causa de la Peste Negra de 1348, para iniciar un despegue en el  Siglo XV. 

En el Censo de 1528, llamado de los pecheros, porque registra solo a los vecinos que pagaban impuestos al rey,  figura con 55 vecinos. El Censo de 1591, igualmente, no incluye los habitantes, son los vecinos y nos da 56. El Censo del Marques de la Ensenada de 1752 registra  43 vecinos. El Censo del Conde de Aranda de 1768  incide en la caída con solo 40 vecinos.  Basándonos en estos datos,  con un análisis limitado hasta el Siglo XVIII, podríamos establecer que en 1528 la población de Golpejas alcanzaría la cota más alta de estos siglos, los 55 vecinos serían aproximadamente 220 habitantes. Aunque el censo de 1591 da 4 habitantes más, 224, hay que considerar que en 1528 solo se contabilizaron los vecinos pecheros.  Finalmente, el censo 1768 señalaría la mayor caída con solo 160. 

El Catastro del Marqués de Ensenada de 1750 nos ofrece la mejor radiografía de la estructura de la sociedad en estos siglos. Los pueblos y ciudades contestaron a 40 preguntas sobre los habitantes, propiedades, ganados, oficios y rentas. Golpejas, pueblo de realengo, abarcaba de Norte a Sur: media legua y de Este a Oeste: una legua, con una circunferencia de tres leguas. Contaba con 65 casas habitables, 10 pajares, una taberna y un herrero al que se pagaba en especie, trigo y cebada. La dependencia de Ledesma y la escasa población explican la ausencia de otros oficios. El número de jornaleros era de 35, incluyendo aquí pequeños propietarios. No había ningún hidalgo, ni pobres de solemnidad. La iglesia estaba representada por el cura y un clérigo beneficiado, don Francisco de las Casas. La agricultura y, en menor escala, la ganadería constituyen la riqueza del pueblo. Trigo y cebada, principalmente, y prados comunales. En el cultivo de la tierra predomina nítidamente el ganado vacuno, con 33 bueyes y 31 vacas.

El Diccionario de Pascual Madoz de 1850 nos ofrece una visión más moderna. Un paisaje de varios montes cubiertos de árboles y mata baja, con 1293 fanegas de tierra de cultivo y 196 de pasto y monte. Los cereales: trigo, principalmente, centeno, cebada y leguminosas: garbanzos y también algarrobas para el ganado vacuno. Ganado lanar en número de 835 cabezas, 164 del cerdoso y 120 del vacuno. Con 73 casas de mediana construcción, habitadas por 272 almas, la riqueza de la tierra asciende a 511.500 reales, siendo los impuestos a pagar de  24.750, lo que nos daría un porcentaje de solo un 4,83%.

CENSOS MODERNOS

En el siglo XIX, entramos en la era de los llamados censos modernos. Los estragos de la guerra de la Independencia (1808-1814) y la primera Guerra Carlista (1833- 1839) explican el declive demográfico de Golpejas en la primera mitad del XIX. En la segunda mitad del siglo, los censos son más fiables y terminan por llevarse a cabo cada 10 años. Golpejas experimenta un espectacular incremento en su población debido al desarrollo industrial  y mejoras agrícolas del país, sin olvidar las nuevas infraestructuras viarias, como el ferrocarril de Salamanca a Medina del Campo, en 1877, que reactiva el mercado de cereales, sobre todo el del trigo, al facilitar su transporte a Madrid y otras regiones de España y abaratar su coste, necesitando además el Arancel Proteccionista del Gobierno para poder competir con el trigo ruso de Ucrania que partiendo del Puerto de Odesa alcanzaba Cataluña y Valencia, con precios mucho más bajos. No debemos obviar las mejoras sanitarias, una menor mortalidad  y una  mayor natalidad entre otras causas. El censo de 1900 alcanza la cifra de 449 habitantes, triplicando casi  la dada en el censo de 1768.

Una singularidad muy notable aflora, por vez primera, en el Censo de 1877 y es la reseña de la Alfabetización. Golpejas cuenta con 396 habitantes, de los cuales un 31,5 % saben leer y escribir. Este porcentaje se eleva al 42,6% en el Censo 1887. El número de varones alfabetizados  casi triplica al de mujeres, debido a que  en 1850 todos los pequeños pueblos escolarizaban solo a los niños.  

Según el Diccionario de Madoz, Golpejas contaba con una Escuela Primaria dotada con 500 reales y  concurrida por  26 alumnos, cuyos padres dan cierta contribución anual al maestro. El sueldo del maestro es irrisorio. En 1884 el Ayuntamiento de Valladolid paga a un albañil el salario de 18 reales diarios  y a un peón 8 reales, según el periódico La Opinión (nº 592, 4-8-1884). Compárense estos salarios con los 500 reales anuales del maestro. El pluriempleo es la única solución para poder subsistir. El estado liberal  del XIX pontifica la gran importancia de la enseñanza primaria, legisla, pero  carga los emolumentos del maestro a los ayuntamientos y estos a los padres de los alumnos,  y todos obvian  y hacen dejación de sus funciones, en mayor o menor escala. Finalmente, bajo el gobierno liberal de Romanones, el R.D. 26.10.1901, Art.10, dice textualmente: "Los sueldos de los maestros de las escuelas públicas de primera enseñanza se satisfarán por el Estado". En 1900 aparece el Ministerio de Instrucción Pública. Son pasos importantes, sí, pero  insuficientes, quedando todavía una muy larga travesía en el S. XX, hasta los años setenta. Ahora nos explicamos cómo se expande en este siglo XIX el dicho proverbial: "pasar más hambre que un maestro de escuela".

Unos años después, la enseñanza primaria alcanzaría también a las niñas. La famosa Ley de Moyano de 1857 regula  la Educación Primaria. Una localidad como Golpejas, con menos de 500 habitantes, tenía una escuela elemental incompleta. La enseñanza se limita a leer, escribir, las cuatro reglas, el Catecismo del Padre Ripalda, la Historia Sagrada de Fleuri y unas muy mínimas nociones de Gramática, Geografía e Historia de España. Las niñas reciben también enseñanza de labores y tareas domésticas. La formación de estos maestros era también muy deficiente. (Vease: Ricardo Robledo, Coordinador del Volumen IV. Siglo XIX, de la 'Historia de Salamanca')

POBLACIÓN DE GOLPEJAS DADA EN HABITANTES HASTA 1900

Censo

 1528

Censo

1591

Censo

1635

Censo

1752

Censo

1768

Censo

1842

Censo 1857

Censo 1860

Censo 1877

Censo 1887

Censo 1900

   220

 224

 no está

 172

  160

 272

  332

  407

  396

  420

  449

 

En el siglo XX, la demografía alcanza una progresión casi imparable, con algunos altibajos, logrando el pico más alto en 1960. A partir de esta fecha, inicia una caída acelerada, debida a la mecanización del campo. La despoblación en el siglo XXI avanza  de manera inexorable, algo similar  a la población rural de toda la Meseta, contribuyendo así a la llamada España vaciada.

                               

                            DEMOGRAFÍA DE GOLPEJAS EN LOS SIGLOS XX Y XXI

Censo

1910

Censo

1920

Censo

1930

Censo

1940

Censo

1950

Censo

1960

Censo

1970

Censo

1981

Censo

1991

Censo

2001

Censo

2011

Censo

2020

520

399

416

480

505

523

400

261

225

192

156

155

 

La tradicional estructura de la población dedicada a las labores agrícolas y ganaderas se extiende a lo largo del Siglo XX y XXI. La producción se incrementa a partir de la década de los sesenta con la fertilización del campo por el empleo  de abonos. Del mismo modo, el laboreo de las tierras mejora con los tractores y  la moderna tecnología. En la actualidad, el regadío es mínimo y ha cobrado gran importancia la ganadería vacuna.

MINA

Imagen de satelite de las instalaciones de la mina de Golpejas - 2009 - Fuente: Sigpac

 

Una pequeña revolución conllevó en los años 60 el inició de la explotación de una mina de estaño. El número de trabajadores era de 50. Dado que su rentabilidad económica no era viable acabó clausurándose, tras varias crisis, en 1988.

Según los Datos del Instituto Geológico y Minero de España: Su producción era de 1000 toneladas/día con una ley media de 1 kg de Sn (estaño) por tonelada y de 100 gr de Ta (tantalio). Los recursos se calibraron en 106 toneladas de mineral. Su principal atractivo y popularidad se deben a su posterior uso como lugar de ocio gracias al lago formado en su estructura y las múltiples rutas que se hallan a su alrededor, aunque al ser de propiedad privada su acceso es complicado. Esta mina cuenta con una superficie de 80 hectáreas mientras que el terreno del lago se reduce, aproximadamente, a 3.

LA IGLESIA

La Iglesia Parroquial de la localidad, San Nicolás de Bari, data del siglo XVIII, siendo erigida como consecuencia del derrumbamiento de la iglesia románica existente hasta entonces. Este edificio religioso se adorna con una planta rectangular de una sola nave, a la que años más tarde se le añadió una capilla. En el exterior, en la parte norte, conserva todavía una sencilla puerta románica  con dos columnas lisas muy deterioradas, imposta y  un arco de medio punto. Un segundo arco superpuesto, sin relieve, se enriquece con decoración geométrica, ornado por una chambrana de posibles cabezas de clavos. Por encima, resalta la figura de un escudo con llaves, rodeado de una inscripción de letras antiguas. En la pared de la cabecera, vemos una hermosa y sobria ventana del XVIII, hoy tapiada, coronada por un frontón triangular y, como remate, una cruz. Por otra parte, la fecha de 1748 parece relacionada con la  construcción del templo. Por variados lugares de la  Iglesia, aunque más por el exterior, aparecen varias cruces que recuerdan a las Cruces Maltesas de los Caballeros de la Orden Hospitalaria y a las Cruces Patadas  de los Caballeros de la Orden del Temple.

La esbelta torre de espadaña, de piedra, presenta tres sobrios cuerpos. El primero o banco, liso, coronado en los laterales por dos figuras geométricas piramidales. En el segundo, con dos grandes vanos con arcos semicirculares, se ubican las campanas. El tercero o ático, triangular, exhibe también decoración geométrica de bolas y remata en una cruz. El ornato geométrico de pirámides y bolas nos recuerda el Estilo Herreriano del Escorial. La fachada de la torre, también de piedra, luce un pequeño óculo, hoy tapiado, y se adorna con dos finas líneas  de pilastras, apenas esbozadas, dado el bajísimo relieve.

En el interior del templo destaca una bóveda de crucería en el presbiterio y dos columnas románicas, una de ellas sostiene el púlpito y la otra sustenta la tribuna. La techumbre de madera de la nave es muy sencilla sin las filigranas mudéjares de los siglos anteriores, tal vez por falta de presupuesto  y porque, según Sergio Pérez Martín en 'Estudio de las armaduras de madera en la provincia de Salamanca', pocos maestros debían quedar  capaces de diseñar y construir una armadura de lazo, con la excepción de la iglesia de Lumbrales y el presbiterio de Bercimuelle; y es que a partir de mediados del XVII "la profesión, sus técnicas y manifestaciones entraron en un declive imparable". A la misma conclusión llega María Belén García Figuerola en 'Techumbres mudéjares en Salamanca'.

Mientras el conjunto del edificio es de una gran sobriedad de líneas y, en suma, de mayor clasicismo, el Retablo, en contraste, de estilo Barroco, brilla por la profusión del ornato, acusando el 'horror vacui', miedo al vacío, propio de este estilo, reflejando también la influencia del Plateresco salmantino del XVI.  Presenta dos cuerpos. El primero consta de tres calles, separadas por columnas salomónicas. La calle central está presidida por la figura de una Piedad, ocupando una hornacina con venera orlada con rica decoración. Conmueve el dramatismo del dolor de la Virgen. Las imágenes de las calles laterales se ubican igualmente en hornacinas, más pequeñas, con decoración más sobria, presentando a la izquierda la del apóstol  San Bartolomé, patrón del pueblo, con los atributos de un libro y un cuchillo, este último símbolo de su martirio. El cuerpo superior o ático, separado por un entablamento mixtilíneo, está presidido por la imagen de San Nicolás de Bari, también en una hornacina, y un ángel  en cada lateral.

Finalmente, debemos señalar la valiosa colaboración de Laureano Sánchez Varas, natural de la localidad, Catedrático de  Física y Química.

 

 

 

NUESTRA NEWSLETTER

SÍGUENOS