La Orden del Carmelo Descalzo de Salamanca ha llevado en procesión la talla de Santa Teresa, obra reciente del imaginero cordobés Francisco Romero Zafra, por las históricas calles de la ciudad. A las 18:00, los fieles, junto a Hermandades y Cofradías de Penitencia y Gloria de Salamanca y Alba de Tormes, se congregaron en la Iglesia de los Padres Carmelitas Descalzos, en el arranque de un recorrido que muchos han sentido como un verdadero regreso de la santa a la ciudad.
Salamanca y Santa Teresa están unidas desde hace siglos. Aquí, la santa reformadora dejó un legado que ha resonado con fuerza entre las generaciones. En sus visitas a la ciudad, especialmente en su fundación de 1570, Teresa de Jesús se convirtió en una presencia viva que marcó profundamente la espiritualidad de Salamanca. Ssus escritos, que en esta tierra defendieron una fe auténtica y profunda, siguen inspirando a los fieles de su querida Orden Carmelitana y a todos aquellos que buscan una vida de recogimiento y humildad.
La procesión, que recorrió la calle Zamora, la Plaza de los Bandos y otras vías del centro a hombros de costaleros, y, el silencio reverente se alternaba con las notas de la Banda de Música de Alba de Tormes, en un acompañamiento musical que realzó la solemnidad del evento.
La imagen de Santa Teresa lució majestuosa en el paso de la Virgen del Carmen, símbolo de la devoción compartida y de la intercesión de ambas figuras. La talla de Romero Zafra, con su delicada y realista expresión, transmitió la fortaleza y el fervor místico de la Santa de Ávila.
La procesión regresó de nuevo a la Iglesia de los Padres Carmelitas Descalzos, punto de encuentro para la devoción teresiana.
