Prevén "meses" para la reparación del talud en la autopista entre Asturias y León

Se trabaja para abrir "lo antes posible" un paso por los dos carriles más alejados a la ladera mediante un bypass

Teresa Sánchez
Lunes, 11, Noviembre, 2024

Expertos geólogos han coincidido en advertir de que el punto en el que este domingo se produjo el desprendimiento que ha dejado cortada totalmente la AP-66, entre Asturias y León, es una zona muy complicada por la fragmentación de la roca y la acción que tienen sobre ella los agentes meteorológicos, y han subrayado que la reparación total de ese talud llevará "meses".

Así lo han explicado, en declaraciones a EFE, el decano de la Facultad de Geología de la Universidad de Oviedo, Carlos López, y el profesor de Geotecnia en la institución académica, Daniel Arias, tras el gran derrumbe que bloquea desde las 10:15 horas de ayer la principal vía de comunicación entre Asturias y la Meseta.

El desprendimiento de la ladera, que afectó a los cuatro carriles de la carretera sin que se produjeran heridos, se produjo en el punto kilométrico 76, a catorce kilómetros de la localidad de Pola de Lena, y obliga a desviar el tráfico de la AP-66 -por la que pasan una media diaria de 6.000 vehículos y 1.200 camiones- por la N-630 (puerto de Pajares).

Tras confirmarse la ausencia de heridos, la maquinaria de la concesionaria, Aucalsa, empezó a trabajar ayer en la retirada de tierra y rocas con el objetivo de abrir lo antes posible un paso por los dos carriles más alejados a la ladera mediante un bypass, siempre con "prudencia" y "mucha seguridad", según precisó ayer su director general, Eduardo Arrojo.

El decano de la Facultad de Geología ha señalado que en este punto de la autopista de alta montaña "se dan todos los ingredientes", dado que se trata de un talud de elevada altura, con unas rocas "muy fracturadas y de muy mala calidad" que están "muy expuestas" a la lluvia y a cambios de temperaturas que las "degrada y las altera".

En la misma línea se ha expresado el profesor de Geotecnia en la institución académica asturiana, quien ha señalado que ante este grave deslizamiento se tendrán que realizar estudios geotécnicos, que podrían durar "uno o dos meses", para, posteriormente, diseñar la solución constructiva y comenzar las actuaciones de restauración, cuya culminación podría llegar en otoño del año que viene.

NUESTRA NEWSLETTER

SÍGUENOS