La calidad de la democracia en España, según los expertos, se mantiene con una nota media de 6,4 sobre diez, igual que el año pasado, un dato "llamativo", señalan, en un momento en que la polarización ha crecido de manera significativa y hay un debate amplio sobre cuestiones centrales del modelo democrático, publica EFE.
Estas son algunas de las conclusiones del informe de la Fundación Alternativas que ha presentado en el Congreso el vicepresidente primero de la Mesa de la Cámara, Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, sobre el estado de la democracia española en 2023, un año marcado por elecciones generales, autonómicas y municipales, y que lleva por título 'La renuncia del centro'.
También destaca el informe que un 79% de los expertos consultados es favorable a una reforma de la Constitución, en la que priorizarían la revisión de la organización territorial, la reforma del poder judicial y el blindaje de nuevos derechos sociales.
Como en los análisis anteriores de la institución, "las principales debilidades de la democracia española" son la corrupción, la falta de respeto que muestran los medios de comunicación, la dependencia económica del poder político, las interferencias internacionales sobre el país, la escasa accesibilidad de los representantes y "el difícil y desigual acceso al poder".
Destaca respecto de la corrupción que, un año más, repite como lo peor valorado y nunca ha llegado al aprobado. En este informe baja del 4,7 de la edición anterior -el más alto de la serie- al 4,6.
El papel de los medios se sitúa en el límite del aprobado y alcanza su peor valoración desde 2019, algo que los analistas argumentan que puede deberse a "las polémicas por la proliferación de pseudomedios y al clima de polarización".
Además, prosigue EFE, apuntan a otras cuestiones que deben mejorarse como la baja participación ciudadana,"la alineación de los medios de comunicación con determinadas posiciones partidistas", la dependencia de los partidos del poder económico y la escasa cooperación entre los distintos niveles de gobierno.
En cuanto a las principales fortalezas, los especialistas subrayan la limpieza de las elecciones y la libertad de voto, seguido por el respeto a las libertades religiosas, de partidos políticos y sindicatos aparte del "ajuste a la legalidad de los funcionarios y el cumplimiento de las obligaciones europeas".
El documento también hace referencia a la ley de amnistía, que aunque se aprobó definitivamente en mayo pasado, ya estaba encauzada en 2023, y señala al respecto que, si bien esta la ley puede atajar la vía unilateral en Cataluña, creen que tendrá "un efecto negativo en la recuperación del consenso".
También auguran que tendrá ese efecto negativo "en el respeto a los valores constitucionales" aunque no aprecian que las percepciones sobre la ley de amnistía estén relacionadas con la evaluación que los expertos realizan de la democracia, según el estudio.
Un 45% cree que la ley de amnistía tendrá un efecto positivo a la hora de parar está la vía unilateral, mientras que el 29% piensa que será negativa, y en cuanto a la convivencia entre españoles: un 39% espera un efecto positivo y un 37% augura un impacto negativo.
De forma general, ponen en valor que la democracia española haya logrado garantizar un alto grado de libertades y derechos para la ciudadanía, "lo que es una muestra de su solidez como sistema político".
Aunque también subrayan que "no deben descuidarse" aspectos centrales de la sociedad del bienestar, entre ellos la atención a la salud y a la educación.
La calificación obtenida (un 6,4) es la misma que la democracia española consiguió en 2023 cuando obtuvo el máximo histórico de la serie, es decir, de los últimos quince años, y subraya la encuesta que pese a este clima de crispación y de "alta desconfianza en los líderes", se detecta continuadamente "las fortalezas" del sistema.
Los especialistas apuntan por otra parte que desde 2015, tras múltiples procesos electorales y la irrupción de nuevos partidos políticos, se aprecia una mejora de la valoración en casi todos los aspectos del régimen político.
Concretamente, ven una mejoría en la esfera social, la participación de la mujer, la responsabilidad de los poderes territoriales (ayuntamientos y comunidades autónomas) y la implicación de la ciudadanía "en los objetivos públicos".
Las más sobresalientes tienen que ver con la celebración de las elecciones limpias y la libertad de voto, seguidas por el respeto a las libertades religiosa, de partidos políticos y sindicatos ?de asociación, en general?, así como el ajuste a la legalidad de los funcionarios y el cumplimiento de las obligaciones europeas.
Entrando más al detalle, el informe subraya que cuatro de estas cuestiones cuentan con una nota de más del 7,5: el respeto a las prácticas religiosas, la libertad de asociación, sindical y la libertad "para que cada cual pueda vivir su vida como quiera".