Perfumerías Avenida se desata el corsé y por fin consigue hacer fluir su baloncesto

Por fin la versión de Perfumerías Avenida que todos sus aficionados quieren ver. Un trabajo serio, comprometido, con todas las piezas sumando y con una seriedad defensiva y una capacidad para mover y compartir el balón en ataque que por momentos desarboló a un Estudiantes que en su casa esta temporada ganó a Zaragoza y perdió solo por cuatro puntos ante Valencia. 

Le costó a Avenida sumar sus primeros puntos pese a que fueron ataques en los que se movió bien la bola. Marchaba 6-0 por debajo cuando llegaba esa primera canasta pero esta vez no intranquilizaba ver que costaba estrenarse porque las sensaciones no eran tan dubitativas como en otros partidos. Se movía con criterio, había seguridad en los tiros y las caras eran de convencimiento de que podía ser el camino. 

Primeros buenos indicios llegaban al ver al equipo con más claridad de ideas a la hora de compartir balón, buscando situaciones interiores donde Avenida podía tener ventaja. También la posibilidad de correr y finalizar en transición con ventaja alguna acción en ataque, algo no visto apenas hasta ahora.

Por contra atrás el problema venía de situaciones defensivas sobre Salvadores, que comenzaba el duelo con tres triples consecutivos con los que ponía por delante a su equipo. No era tanto que se la defendiera mal como que en situaciones forzadas encontraba acierto y a eso se sumaba un 2+1 de Topuzovic que mantenía a Estudiantes por delante hasta que un triple de Silvia Domínguez igualaba el duelo 16-16. Gil desde el tiro libre le daba a Avenida la primera superioridad con la que acababa el cuarto, 16-17. 

Otra de las buenas noticias es que se transitaba por el duelo con control del rebote y eso en aro propio es una necesidad y en rival un lujo que permitía alguna segunda opción y, sobre todo, daba confianza a las interiores. Buen trabajo entre Fasoula y Gil que abrían camino a la penetración de Carter y combinaban para el 16-21. Los primeros puntos de Herbet-Harrigan ponían en el marcador un +7 a favor de Avenida con el que el banquillo local paraba el duelo en tiempo muerto. Se veían los mejores minutos en mucho tiempo del equipo azulón que a la salida de las instrucciones en banquillo volvía a defender bien y a mover con criterio el balón para sumar un triple por mediación de Cornelius al que se sumaba uno más de Herbert-Harrigan.

Otro gran síntoma: Más piezas sumadas a la causa, que es algo vital para este avenida, que debía aprovechar el momento porque Estudiantes no encontraba los caminos ante la notable actividad defensiva de un Avenida que se había desatado el corsé que lo ha tenido aprisionado durante semanas. En un visto y no visto nuevo tiempo muerto de Estudiantes con la diferencia en 17 puntos, 16-33. 

Un nuevo triple de la neerlandesa colocaba ese +20 para las de Montañana que pedía un tiempo muerto justo después de que Estudiantes rompiera su sequía seguramente para ajustar al rebote donde se había realizado un par de concesiones, ante la defensa zonal que había mostrado Estudiantes y también para dar un respiro a su quinteto, que todo hay que reconocerlo se estaba multiplicando en las ayudas. 

Volvía Koné a pista tras esos rebotes cedidos para afrontar los últimos tres minutos antes del descanso en los que había que intentar aguantar el arreón estudiantil y el colofón sobre la bocina y yendo al rebote lo puso Iyana, 23-40. 

Se encontraba Avenida en una tesitura se puede decir que desconocida esta temporada como es una ventaja holgada con 20 minutos por disputarse tras el paso por vestuarios y había que ver cómo era su gestión ante eso y un rival obligado a salir a por todas nada más reanudarse el duelo. No permitir canastas fáciles y mover como se había movido el balón en el primer tiempo, con velocidad y criterio, pero sabiendo también jugar con el reloj que esta vez debía ir a su favor. 

Salvadores asumía los ataques de Estudiantes ante una Carter que trataba de incomodarla pero Avenida seguía a lo suyo, leyendo muy bien las continuaciones hacia sus pívots o los cortes al aro y conseguía devolver cada punto que encajaba. El único problema, se cargaba pronto de faltas y eso le abría la puerta del tiro libre a Estudiantes pero Avenida tenía clara su lectura de partido y eso no descomponía su trabajo atrás y desde ahí se iba al ataque mucho más fluido. 

Dos canastas seguidas de Estudiantes recibían como respuesta el triple de Domínguez y a falta de un minuto para el final del tercer cuarto la renta de Avenida se mantenía impoluta, 38-61, y se cerraba el cuarto con otros dos puntos de Herbert-Harrigan en su mejor partido no solo por los puntos si no porque jugó sin despistes o errores de fundamento y eso la hizo desenvolverse con más confianza, 39-63. 

Aunque el duelo estaba encarrilado y Avenida tenía claras sus ventajas había que insistir en el último parcial para acabar con las mejores sensaciones. Con 39-65 tras otros dos puntos de la británica llegaba un nuevo tiempo muerto local pero el corsé azulón estaba definitivamente desatado y salía todo. Un triple de Carter permitía superar el +30 de renta.

Ahí ya el trabajo estaba hecho y desgaste se dejó notar con más la aparición de algunos errores o con tiros más o menos sencillos sin acierto. Ni una pega porque nadie bajó los brazos. Después de lo sufrido había necesidad de mantener la mejor versión hasta el final.