Los fármacos para la diabetes, que juegan además un papel activo en la reducción del apetito y la bajada de peso, tienen también efectos positivos para proteger los riñones, señala un estudio que publica Lancet Diabetes & Endicronology.
El estudio es el mayor y más completo análisis de siete fármacos, entre ellos semaglutida (también conocida como Ozempic o Wegovy), dulaglutida (Trulicity) y liraglutida (Victoza).
El impacto de estos fármacos sobre la enfermedad renal crónica estaba poco estudiado y el equipo analizó su influencia sobre los resultados renales y cardiovasculares, concluyendo que tienen beneficios significativos en personas con y sin diabetes.
Estos medicamentos, en comparación con el placebo, reducían el riesgo de insuficiencia renal en un 16% y el empeoramiento de la función renal en un 22% (definido por un descenso de la tasa de filtración glomerular estimada). La reducción combinada del riesgo de insuficiencia renal, empeoramiento de la función renal y muerte por enfermedad renal fue del 19%.
El equipo, liderado por científicos australianos, hizo un metaanálisis de 11 ensayos clínicos en los que participaron 85.373 personas (67.769 con diabetes de tipo 2 y 17.604 con sobrepeso u obesidad y enfermedad cardiovascular, pero sin diabetes).
Desarrollados originalmente para tratar la diabetes, los fármacos agonistas del receptor GLP-1 imitan la acción de una hormona llamada péptido 1 similar al glucagón, que estimula la producción de insulina y reduce los niveles de azúcar en sangre.
Esos fármacos se revelaron, posteriormente, como tratamientos eficaces contra la obesidad, pues ralentizan la digestión, aumentan la sensación de saciedad y reducen el hambre.
El análisis confirmó además hallazgos anteriores de que protegen la salud cardiovascular, con una reducción del 14% del riesgo de muerte por esta causa, así como ante el infarto de miocardio no mortal y el ictus no mortal, en comparación con el placebo. La mortalidad por cualquier causa fue un 13% menor entre los pacientes tratados con agonistas de los receptores de GLP-1, señala Lancet Diabetes & Endicronology.
El autor principal, el profesor Sunil Badve, catedrático del George Institute for Global Health y de la UNSW de Sydney, afirmó que el estudio amplía los conocimientos actuales sobre esta clase de fármacos en aspectos clave, como los beneficios en personas con enfermedad renal crónica y en personas con y sin diabetes. Para el científico esto sugiere que estos medicamentos "tienen un papel clave en el tratamiento renoprotector y cardioprotector de pacientes con afecciones médicas comunes como la diabetes de tipo 2, el sobrepeso o la obesidad con enfermedad cardiovascular, o la enfermedad renal crónica".