Daniel Bajo Peña
Viernes, 29, Noviembre, 2024
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Hace prácticamente un mes, el Ayuntamiento de Salamanca presentó en sociedad su nuevo sistema tecnológico para localizar y reparar escapes de agua ocultos en el subsuelo: un geófono. Éste, según el Consistorio, "detecta las fugas por el método electroacústico, esto es, mediante el sonido. El geófono tiene una gran capacidad de amplificación que permite la localización incluso de pequeñas pérdidas de agua que no afloran al pavimento".
El objetivo, añaden, es "adelantarse a que pueda suceder un reventón" en plena calle "con todos los perjuicios que supone". ¿Cuántos se han detectado? En las cinco semanas que lleva usándose, los técnicos de Aqualia han peinado la red de Salamanca (442 kilómetros de cañerías) y han encontrado 36 fugas en el subsuelo repartidas a lo largo y ancho de la ciudad.
Así, han descubierto pérdidas en el mismísimo centro de la capital (calle Cervantes, calle Traviesa, calle Clavel, pasaje de la Caja de Ahorros), en barrios periféricos (calle Nueva de Puente Ladrillo, calle Antonio Ponz -en Huerta Otea-, calle Vázquez Díaz -en Chamberí-), en zonas peatonales (calle Toro) y en algunas avenidas (avenida de Portugal, camino de Las Aguas, avenida de Las Artes, Avenida Padre Ignacio Ellacuría). La única que repite en la lista, porque los especialistas detectaron más de una fuga, es la carretera de Aldealengua, a la altura de los números 61 y 81.
La valoración municipal de este dispositivo es de "satisfacción" porque "se han cumplido las expectativas". El sistema "está siendo muy útil sobre todo de cara a eso, a prevenir posibles reventones". Según los cálculos del Consistorio, las tecnologías aplicadas al control hídrico han permitido reducir las pérdidas de agua "en más de 17 millones de metros cúbicos, equivalente al consumo anual de una ciudad como Salamanca". Obras en San Vicente por la rotura de una tubería de fibrocemento.