Marisa Paredes, fallecida este 17 de diciembre, fue una actriz polivalente y comprometida que trabajó en cine, teatro y televisión con grandes nombres de la pantalla y de la escena, y que dedicó su vida al impulso y defensa de los y las profesionales del cine, como demostró como presidenta de la Academia de Cine.
En 2003, al frente de esta institución, durante su discurso en la gala de entrega de los Goya, Paredes afirmó: "No hay que tener miedo a la cultura ni al entretenimiento, ni a la libertad de expresión, ni mucho menos a la sátira, ni al humor. Hay que tener miedo a la ignorancia y la dogmatismo. Hay que tener miedo a la guerra".
Son palabras que reflejan su compromiso en la defensa de su profesión y de su sector, y su compromiso social, porque su etapa como presidenta de la Academia coincidió con las movilizaciones ciudadanas por la guerra de Irak.
Paredes nació el 3 de abril de 1946 en Madrid y a los 15 años pisó un escenario por primera vez gracias a la compañía de Conchita Montes en la obra 'Esta noche tampoco'. De ahí, al teatro universitario, y de ahí a una carrera llena de reconocimiento y admiración.
Porque Paredes, fallecida este martes a los 78 años, ha obtenido el Premio Nacional de Cinematografía, la Medalla de Oro a las Bellas Artes y el Goya de honor, entre otros galardones. Además, ha trabajado junto a grandes nombres del cine europeo como Philippe Loiret ('En tránsito') o Marcelo Mastroianni ('Tres vidas y una sola muerte').
Pero si un nombre ilustre ha acompañado a Paredes durante su trayectoria, ése ha sido el de Pedro Almodóvar, su director en 'Entre tinieblas', 'Tacones lejanos', 'La flor de mi secreto' y 'La piel que habito'.
Los primeros pasos los da Paredes en TVE, en concreto en el programa de realización de obras teatrales 'Estudio 1', para el que participó en 'Las doce caras de Juan', 'El mercader de Venecia', 'Los físicos' y 'El comprador de horas'.
Alcanzó un prestigio que le permitió saltar al cine y al teatro, convirtiéndose en referencia, pero sin dejar la pequeña pantalla: 'Delirios de amor' (1986), 'Gatos en el tejado' (1988) o 'El olivar de Atocha' (1989) son algunos ejemplos, entre los que cabe destacar el más reciente: la comedia 'A pesar de todo'.
En las tablas fue una de las grandes. Protagonizó obras como 'Orquídeas a la luz de la luna' (1988) con Lluís Pasqual, o la lorquiana 'Comedia sin título' (1990), 'Beckettiana' (1991), 'Hamlet' (2007), la adaptación de "Sonata de otoño", de Ingmar Bergman, representada en 2008 con dirección José Carlos Plaza, o 'El cojo de Inishmaan' (2013-2014), dirigida por Gerardo Vera.
Cineastas como Fernando Trueba ('Ópera prima'), Jaime Chávarri ('Las bicicletas son para el verano'), Agustí Villaronga ('Tras el cristal'), Guillermo del Toro ('El espinazo del diablo') o Jaime Rosale ('Petra') han contado con la profesionalidad de Paredes, quien además protagonizó 'Cara de acelga', de José Sacristán, por la que estuvo nominada a mejor actriz de reparto en los Goya.
Ganó el premio a la Mejor Actriz en el festival de Málaga en 2000 gracias a 'El dios de madera', de Vicente Molina Foix.
Asimismo, el 8 de marzo de este año, Día Internacional de la Mujer, dejó su legado en la Caja de las Letras del Instituto Cervantes junto a la escritora y periodista Rosa Montero y la cantautora, Rosa León.
Durante la entrega de los Premio Lorca, Paredes reclamó alzar la voz contra las guerras y la violencia machista, que convierte a 'todas' las mujeres en víctimas, y reconoció avances en un sector en el que las actrices pueden seguir siéndolo sin importar la edad ni la tersura de su piel.
Manifestó su compromiso político hasta el último momento, participando y leyendo un manifiesto el pasado 30 de noviembre en una concentración en Madrid por el alto el fuego en Gaza.
Marisa Paredes tiene una hija, la también actriz María Isasi, de su relación con el director Antonio Isasi-Isasmendi.