El consumo de carburantes crece en Castilla y León este año por la parálisis de 2020 provocada por la pandemia, pero sigue lejos de los datos de 2019, lo que refleja que la recuperación es muy lenta y se ve entorpecida por la escalada de precios.
En concreto y según los datos que facilita la Corporación de Reservas Estratégicas de Productos Petrolíferos (CORES) recogidos por Ical, durante los primeros nueve meses de este año, los castellanos y leoneses repostaron 1,42 millones de toneladas de combustibles (gasolinas 95 y 98 y gasóleo A), lo que supone un crecimiento del 18,3 por ciento respecto al dato de 2020, por las mismas fechas.
Sin embargo, si se atiende a los datos de antes del estallido de la pandemia, la cosa cambia, y el dato de consumo este año, supone una disminución del 8,9 por ciento respecto a la cifra de 2019, que se situó en 1,56 millones de toneladas.
Provincias
Un análisis provincial sitúa a Palencia, como la de mejor comportamiento, ya que registró un consumo hasta septiembre de 127.747,1 toneladas de carburantes, con un espectacular crecimiento del 61,6 por ciento respecto a 2020, y un alza del 24,4 por ciento en relación a la cifra de 2019, lo que la convierte en la única que está mejor que antes de la pandemia en este indicador.
Segovia vio crecer el consumo respecto a 2020 un 21,5 por ciento; y Burgos, un 21,3 por ciento, con 99.280,1 y 207.984,7 toneladas, respectivamente. Sin embargo, en relación al año 2019, bajaron un 5,3 y 19,1 por ciento, en cada caso.

La provincia abulense registró un consumo de carburantes de automoción de 79.112,14 toneladas, con un aumento del 18,4 por ciento, en relación a los nueve primeros meses de 2020; un dato que se torna en negativo en relación a 2019, en un 7,8 por ciento menos.
El consumo de estos productos se elevó en Salamanca un 14,7 por ciento, con 215.007,3 toneladas; en León, un 13,8 por ciento, con 243.065,7; y en Valladolid, un 13,3 por ciento, con 225.354,2. Por el contrario, en relación a 2019, la evolución fue negativa con descensos del 9,6, 8,7 y 10,9 por ciento.
Por último, el consumo de carburantes avanzó un 11,8 por ciento en la provincia de Zamora, con 158.751,2 toneladas; y un ocho por ciento en la de Soria, con 68.224,7, en relación a los datos de 2020. La comparativa con 2019, también arroja saldos negativos este año de menos 9,3 y 15,8 por ciento, respectivamente.